
Organizada, como era de esperar, en torno a la gran secuencia del disparo a la manzana, Guillermo Tell no siente vergüenza alguna de vestirse como una suerte de "exploit" en modo de coproducción a los films de aventuras clásicas de Ridley Scott (Gladiator) y otros facsímiles. Se trata, en todo caso, de un derivado de lujo, en tanto la producción y ejecución de Nick Hamm sobre la novela de Friedrich von Schiller se las arregla para complacer a ese vago espectro de audiencia (vago por impreciso, no por perezoso) que ansía, por puro abandono de la industria norteamericana, piezas de entretenimiento clásico y la vez totalmente contemporáneas de una manera autenticamente legitima y justifidada.
Todavía hay más: esta Guillermo Tell protagonizada por el Drácula de la BBC, Claes Bang, es un eficacísimo film de aventuras que, quizá, lanza directamente su flecha hacia las recientes aventuras francesas de Alexandre de la Patellière y Matthieu Delaporte, las dos mentes detrás de las dos entregas de Los Tres Mosqueteros con Eva Green y la reciente y excelsa El Conde de Montecristo protagonizada por Pierre Niney.
Si bien la puesta en escena de Hamm nunca brilla por su inventiva, salvo en la bien pautada secuencia central de la manzana (concebida como una set-piece larga que escala hasta la situación icónica) todo en esta Guillermo Tell resulta lo bastante convincente en la faceta aventurera. La trama palaciega no ahoga el relato principal y la intepretación moderna, en la que Tell se convierte en un híbrido de Robin Hood con el Justiciero de la Ciudad, no acumula anacronismos políticos descarados. La creación de un grupo de rebeldes está más que justificada, no es un mero recurso a la moda, en tanto sucede en base a la urgencia de la pura huida y una serie de decisiones puramente compasivas (como cuando Tell libera a un anciano de su dolor).
Quizá Guillermo Tell se parezca más otro film de aventuras históricas, El Patriota de Roland Emmerich, con la inclusión de una serie de villanos de opereta que devuelven la propuesta al puro cómic de aventuras más que al relato histórico de la gresca entre suizos y austriacos, pero no es tampoco un mal espejo en el que. mirarse. En ese sentido, todo cumple, todo funciona en esta agradecidísima película de aventuras perfectamente ejecutada y doblemente agradecida, quizá solo necesitada de algo más de garra en los personajes secundarios.

