
The Rocky Horror Picture Show es el paradigma de películas de culto. Tanto, que cada Halloween se repite el mismo ritual en muchos cines. Protagonizada por Tim Curry y Susan Sarandon, entre otros, la película adapta el musical homónimo de Richard O’Brien, que también forma parte del reparto. Y con el paso del tiempo se ha convertido en un icono de la liberación sexual de los años 70, con un especial énfasis para la cultura gay.
No obstante, The Rocky Horror Picture Show, estrenada originalmente en 1975, también homenajea el género del terror en todas sus acepciones, desde las películas de serie B más clásicas hasta el moderno cine de terror que en ese momento estaba comenzando abanderado por La matanza de Texas, pasando por la Hammer y la literatura gótica.
The Rocky Horror Picture Show presenta a una convenciónal pareja interpretada por Barry Bostwick y Susan Sarandon, que se pasarán a partir de aquí la película en ropa interior. Porque cuando quedan atrapados en una tormenta y se refugian en el castillo del doctor Frank N Furter, las cosas raras empezarán a ocurrir una detrás de otra. Atrapados en un aquelarre que tiene mucho de orgía, el doctor está en medio de la Resurrección de un escultural cuerpo al que llamará Rocky Horror.
El delirante argumento quizá es lo de menos frente a las canciones y la apología de los decorados de cartón piedra (y la sensualidad masculina y femenina) de este clásico que no tiene miedo al sexo, la censura y al paso del tiempo.
