
El actor Héctor Alterio, figura emblemática del cine y el teatro tanto en Argentina como en España, ha fallecido este sábado a los 96 años, según informó su familia a través de Pentación Espectáculos. "Se fue en paz después de una vida larga y plena dedicada a su familia y al arte, estando activo profesionalmente hasta el día de hoy. Descanse en paz", señaló el comunicado. Alterio, padre de los también intérpretes Malena y Ernesto Alterio, mantuvo su pasión por la actuación hasta el final, participando en su último espectáculo teatral, Una pequeña historia, de corte autobiográfico.
Nacido en Buenos Aires en 1929, Alterio comenzó su carrera en el teatro con solo 19 años en la obra Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona, y fundó en los años 50 la compañía Nuevo Teatro, impulsando la renovación de la escena argentina. Su fama se consolidó en el cine, participando en títulos como La tregua, Camila y La historia oficial, ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera. En 1975 se trasladó a España tras recibir amenazas, donde continuó su prolífica carrera cinematográfica y teatral, destacando en películas como A un dios desconocido, El crimen de Cuenca y El nido.
Alterio combinó cine, teatro y televisión durante más de siete décadas, trabajando con destacados directores y actores de ambos países y participando en series como Santa Teresa, Segunda enseñanza o Vientos de agua, donde compartió pantalla con su hijo Ernesto. Su labor fue reconocida con múltiples premios, entre ellos el Goya de Honor en 2004, el Max por Yo, Claudio y el Cóndor de Plata en Argentina. A lo largo de su carrera, Alterio destacó por su rigor, su amor por la interpretación y su influencia sobre las nuevas generaciones, dejando un legado imborrable en el mundo de la actuación.
Nunca dejó de lado el teatro. También en 2004 recibió un Max por su trabajo en 'Yo, Claudio'. Y en los años siguiente encadenó montajes como los de 'El túnel', de Ernesto Sabato; 'Dos menos', de Samuel Benchetrit; 'La sonrisa etrusca', de José Luis Sampedro; o 'El Padre', de Florian Zeller.
"En el teatro me siento casi patrón de mi trabajo porque lo manejo yo, respetando los elementos de la dirección claro, pero puedo decidir en qué momento se corta el silencio, en qué momento se apura", resaltaba el actor. Además, en su afán perfeccionista, el teatro tenía algo único que no existía en el cine o la televisión. Y es que le permitía "mejorar cada día lo del día anterior".
Jesús Cimarro, productor de su último montaje le dedicó unas palabras tras conocer la noticia de su fallecimiento: "Se va, nos deja uno de nuestros grandes intérpretes de la escena española y argentina. Tuve el honor de ser su productor en numerosas producciones. Buen viaje, querido Héctor". Alterio permanecerá como un referente del arte escénico y cinematográfico, ejemplo de dedicación, talento y pasión por la interpretación.

