La pizza es un alimento muy conocido actualmente, que se considera italiano a pesar de que hoy en día se prepara en cualquier rincón del mundo. Pero, si uno quiere conocer el origen de la pizza debe viajar hacia el pasado cercano de Europa ya que está ligado al pan de trigo y a las culturas mediterráneas. De hecho, tanto los persas como los romanos comían una base de pan plano con alimentos sobre ella, normalmente queso con dátiles en el caso de los persas y aceite de oliva con hierbas aromáticas en el de los romanos. Pero, ¿Dónde surge realmente la pizza? Fue mucho después de aquellos panes planos, cuando los hornos y las primeras pizzas surgieron en Nápoles, en el siglo XVII. Antes de saber cómo se prepararon estas primeras pizzas, hay que recordar que los panes planos y las preparaciones fundamentadas en ellos, como la pizza, son típicos de las cocinas mediterráneas. De esta manera, se tiene la antigua focaccia que se remonta a los antiguos etruscos, la coca de la cocina española, el pan pita griego y relacionado con la turca "pide" y la africana injera.
Pero, ¿Por qué fue Nápoles la cuna de la pizza? ¿Qué sucedía en esta ciudad? En esa época, Nápoles era una ciudad portuaria muy activa, con una población en su mayoría de clase trabajadora que buscaba alimentos baratos y rápidos de preparar. Por este motivo, se empezaron a mezclar alimentos hasta que surgió la pizza. Si bien, hay que tener en cuenta que actualmente uno de los ingredientes estrella es el tomate pero, cuando llegó a Europa, se le consideraba venenoso y solo se utilizaba en la jardinería a modo decorativo, no eran contemplados como alimento. ¿Cuándo cambió eso? Cuando un día un campesino napolitano por su necesidad de comer, acompañó su pan de un tomate y le encantó, al sobrevivir se corrió la voz y a partir de entonces la gente humilde napolitana empezó a comer los tomates con sus panes secos. Convirtiéndose esta combinación de pan con tomate en un plato muy apreciado en la región de Nápoles. Hay que destacar que, al ser un plato consumido principalmente por la gente humilde, la mayoría no poseían un horno propio por lo que preparaban la masa en sus casas y se la llevaban al panadero para hornearla. La mezcla del pan con el tomate dio lugar a la creación de la pizza marinara, que llevaba tomate, ajo, orégano y aceite de oliva.
Su rápida popularidad hizo que a mediados del S.XVIII hubiera en Nápoles más de 80 pizzerías, entre ellas está la pizzería Port'Alba, la primera pizzería del mundo. Hay que destacar que entonces la pizza era un bocado tan popular como hoy pero tenía fama de ser comida de pobres, de hecho así la describe además Alejandro Dumas en una de sus obras, por este motivo las primeras pizzerías no eran restaurantes como hoy en día sino que no había mesas, la pizza era solo un bocado para llevar hasta que en la primera mitad del S.XIX surgen las primeras pizzerías-restaurante. ¿Y si hablamos de tipos de pizza? Hoy en día hay más pizzas de las que uno se puede imaginar pero en su origen solo eran realmente dos y todavía hoy algunas de las pizzerías más antiguas de Nápoles solo sirven esas dos: la marinara y la margarita.
¿Cómo surgió la pizza margarita? La pizza margarita es la más famosa de todas y nació en 1889 cuando el chef Raffaele Esposito preparó una pizza especial para la reina Margherita de Saboya. De hecho, realmente cuentan que Raffaele Esposito, chef de la que es hoy la Pizzería Brandi, preparó tres pizzas diferentes a cuenta de la visita de Umberto I y Margheritta Teresa de Saboya a la ciudad, la reina degustó las tres propuestas de Esposito y eligió la que le recordaba más a la bandera de Italia por sus colores hojas de albahaca, queso mozzarela y tomates, de ahí que cocinero llamara Margheritta a esta pizza.
Y, ¿Cómo ha llegado la pizza a ser uno de los platos más populares del mundo? Durante el siglo XIX la pizza comenzó a popularizarse en toda Italia pero era considerada solo un plato regional de Nápoles, algo que cambió en la II Guerra Mundial. La emigración nacional de los napolitanos posiblemente tuviera mucho que ver en esto y a mediados del siglo XX la pizza napolitana aparecía ya como una variedad de un plato italiano que saltó al mundo gracias a la diáspora italiana.
Gracias a la huida de los napolitanos de su ciudad, a principios del siglo XX, la pizza llegó a los Estados Unidos con la ola de inmigrantes estableciéndose principalmente en ciudades como Nueva York y Chicago. En estos lugares, la pizza comenzó a adaptarse a los gustos locales, dando lugar a variaciones como la pizza de masa gruesa de Chicago y la pizza neoyorquina de masa fina. No hay que olvidar que, como muchas recetas ancestrales, con el tiempo, la pizza ha evolucionado y se ha adaptado a los paladares y culturas de todo el mundo, dando lugar a innumerables variedades y estilos. A pesar de sus muchas adaptaciones, la pizza sigue siendo un símbolo de la herencia culinaria italiana y un testimonio de la capacidad de un plato sencillo para trascender fronteras y unir a las personas.