Conocido como Mazarrón II, este barco fenicio es único no solo por su antigüedad, sino por su excelente estado de conservación. Según los expertos, la embarcación ha sido conservada gracias a un cúmulo de circunstancias excepcionales. El barco, que se encuentra casi completo de proa a popa, tiene una eslora de 8 metros de largo y una manga de 2,25 metros. Está fabricado con madera de ciprés y conserva todas las cuadernas. Las piezas están en su curvatura original, lo que hace que este hallazgo sea considerado un verdadero tesoro arqueológico.
Este pecio ha sido catalogado como un unicum —un término que los expertos emplean para referirse a un hallazgo excepcional en el ámbito de la arqueología—, y se considera un hito en el estudio de la cultura fenicia y su interacción con el sureste de la Península Ibérica. A pesar de que no es el primer barco antiguo encontrado en el Mediterráneo, Mazarrón 2 destaca por su grado de conservación.
Un trabajo complejo
La operación de rescate del barco ha sido comparada con una "cirugía a corazón abierto", según los arqueólogos encargados de la tarea. Los expertos utilizaron cunas de fibra de carbono para proteger las piezas del barco durante su extracción y evitar su deterioro. El proceso ha sido lento y delicado, pero finalmente, la parte más importante de la embarcación ya ha sido retirada del fondo marino. Ahora, los materiales se reconstruirán y se analizarán para extraer toda la información posible sobre la cultura fenicia.
Carlos de Juan, arqueólogo de la Universidad de Valencia y director de los trabajos de extracción, ha explicado los detalles de la operación. En una entrevista en En Casa de Herrero de esRadio, el arqueólogo ha destacado la importancia de este hallazgo: "No es común que un navío se conserve en tan buen estado, este barco se ha conservado gracias a una serie de factores muy particulares: la tormenta que lo hundió, el enterramiento rápido por la arena y, más recientemente, los cambios en las corrientes costeras que han desenterrado gradualmente el yacimiento".
Un debate entre expertos
El rescate del pecio generó controversia. Muchos arqueólogos y expertos debatieron sobre si debía extraerse o no. Algunos argumentaban que lo mejor era dejarlo en el fondo marino, mientras que otros insistían en la necesidad de protegerlo mediante su extracción. Finalmente, se tomó la decisión dada la amenaza de la erosión submarina y la frecuente ocurrencia de temporales en la zona. Se decidió que lo más adecuado era intervenir y sacar el barco para su conservación.
El arqueólogo De Juan subraya que, aunque este no es el único barco fenicio hallado en el Mediterráneo, sí es uno de los mejor conservados. "Este tipo de embarcaciones, que datan de la época fenicia, son muy difíciles de encontrar en tan buen estado. Este hallazgo tiene un valor incalculable para la arqueología, especialmente porque "nos permitirá estudiar no solo la construcción del barco, sino también la relación de los fenicios con el sureste de la Península Ibérica", ha añadido.
Un proceso de restauración lento y cuidadoso
Ahora que la embarcación ha sido extraída, los expertos se preparan para iniciar un largo proceso de restauración. El tratamiento de la madera del barco requiere un secado controlado, lo que puede llevar entre cuatro y cinco años. Durante este tiempo, las piezas serán manipuladas con gran cuidado para evitar que se deterioren. Una vez completado el proceso, se procederá a la reconstrucción de la embarcación en su totalidad, lo que permitirá a los ciudadanos disfrutar de una de las piezas más excepcionales de la arqueología.
Este hallazgo no solo aporta valiosa información sobre la tecnología naval fenicia, sino que también abre nuevas perspectivas sobre las interacciones entre las culturas mediterráneas de la época. El rescate de Mazarrón 2 marca un antes y un después en la arqueología de la región, y su restauración y exposición futura en un museo se presentan como un atractivo cultural de gran relevancia.