
Hace medio siglo, el historiador Joachim Fest publicó una de las más influyentes biografías sobre Adolf Hitler. En ese momento, Fest afirmó: "Esta es la versión más completa de los acontecimientos, que incluye todas las facetas de la vida de Adolf Hitler [...] esta es la última palabra sobre este hombre, porque no habrá nuevas revelaciones sobre Hitler que aún no hayan sido de dominio público". Sin embargo, la reciente desclasificación de documentos históricos ha demostrado que su aseveración no era del todo acertada.
En los archivos nacionales de Estados Unidos (NARA), se han liberado más de nueve millones de páginas relacionadas con el régimen nazi, entre ellas, documentos que revelan detalles sobre la salud del dictador y la extendida adicción a las drogas en el ejército alemán. Entre estos registros, destacan los diarios del médico personal de Hitler, Theodor Morell, quien trató al Führer durante los últimos nueve años de su vida.
Según ha señalado el escritor Eric Frattini, autor de El paciente A, en una entrevista En Casa de Herrero, "el paciente A es el cuarto libro que escribo sobre Hitler y el nazismo. Uno de ellos abordaba la cuestión de si realmente murió en el búnker". Sobre la importancia del diario de Morell, ha explicado que ha sido su principal fuente de información. "Me viene todo de Estados Unidos, han comenzado a desclasificar millones de documentos sobre el nacionalsocialismo en el NARA. El diario de Morell es uno de los documentos más reveladores sobre Hitler como paciente".
"Un médico de tercera"
La introducción del libro sitúa a Theodor Morell en su contexto histórico. Frattini ha señalado que "era un médico de tercera". Su clínica en Múnich era conocida por tratar enfermedades de transmisión sexual y por su discreción, lo que lo llevó a atender a altos mandos del partido nazi. Hitler recurrió a él cuando sufrió una infección en las piernas, y tras curarse con penicilina, "creyó que Morell le solucionaría todos sus problemas de salud, pero en realidad lo llevó a un deterioro mayor".
Frattini ha explicado que a partir de 1939, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la salud de Hitler comenzó a empeorar considerablemente. Se han encontrado coincidencias entre su consumo de medicamentos y eventos clave de la contienda. "A la izquierda tenía el diario de Morell y a la derecha la cronología del Times. El 5 de junio de 1944, Morell le administra un potente somnífero tras haber pasado tres días sin dormir. Justo coincide con el desembarco de Normandía".
El escritor también ha mencionado aspectos de su salud y sexualidad. "Hitler era bisexual y se reunió hasta con siete amantes masculinos". Frattini ha explicado también que en el diario se menciona lo del testículo único y que sufrió neumonía. "Prefería la vida en el campo de batalla a la vida de la Cancillería". Sobre la Guarida del Lobo, donde sufrió el atentado, ha detallado que "afectó mucho su salud debido a la humedad y la presencia de mosquitos".
"Pasó de ser su médico a ser su camello"
Frattini ha explicado que uno de los aspectos más llamativos de los documentos desclasificados es el consumo de drogas en la sociedad alemana, propiciado en parte por el propio Morell. Frattini ha indicado que en parte "es culpable de la drogadicción de la sociedad alemana. El Pervitin es metanfetamina, una droga sintética pero muy potente. Hasta 1941, cualquier persona podía comprarlo en una farmacia". Para explicar la gravedad del problema, lo ha comparado con la actualidad: "Si hoy diera dos euros, me darían una dosis de cocaína. En aquel entonces, los soldados alemanes podían estar tres días sin descansar". En este sentido, el Reich llegó a alertar que "había 17 millones de adictos a esta sustancia".
Morell estuvo al servicio de Hitler desde 1936 hasta 1945. "Cuando Hitler se casa con Eva Braun, es él mismo quien le dice a Morell que se quite el uniforme y vuelva a su antiguo trabajo". Ha señalado también que el papel de Morell fue decisivo en la vida Hitler. "Pasó de ser su médico a ser su camello. Le suministraba metanfetamina, dosis de heroína y hasta crack".
Frattini ha concluido afirmando que "queda mucha información por descubrir" sobre la vida privada y el estado Hitler.
