
Hoy es Domingo de Ramos y, por lo tanto, da comienzo la Semana Santa 2025. Por ello, desde el programa de Es la Mañana de Fin de Semana, con Jaume Segalés y María Díez Rovira, han entrevistado a Andrés Amorós, ensayista, historiador y crítico literario, para hablar sobre el Domingo de Ramos y el significado que tiene la Semana Santa para él.
El Domingo de Ramos es el último día de Cuaresma, "un comienzo alegre de la tragedia que llegaría", ha expresado Amorós en esRadio. Según ha explicado el literario, "el catolicismo es una religión universal", sin embargo, en cada país se vive de forma diferente. "No se puede vivir la religión igual en Estocolmo que en Sevilla", ya que "la cultura, la alimentación o el clima son diferentes".
El historiador también ha defendido que, aunque mucha gente sostenga que en la Semana Santa hay festividades que no son religiosas, "en Sevilla se vive con una profunda religiosidad popular".
En cuanto a la celebración del Domingo de Ramos, Amorós ha destacado el simbolismo de los ramos de palma o de olivo, una tradición muy arraigada en España. "A la gente le gusta colocar el ramo bendecido en el balcón o en la puerta de casa", ha señalado.
Asimismo, la procesión de este día, conocida popularmente como "La Borriquita", es una de las más emblemáticas y está especialmente pensada para los más pequeños. "Es la procesión más adecuada para los niños, tanto para verla como para participar en ella", ha añadido el historiador.
La Semana Santa en Sevilla
En este sentido, aunque Amorós ha nacido en Valencia ha recorrido España para ver y celebrar la Semana Santa. Desde Valencia, Alicante, Madrid o Cuenca, hasta Granada o Málaga, no obstante, tal y como ha manifestado, su favorita es la de Sevilla. "El refinamiento estético de Sevilla no tiene comparación con ningún otro sitio. El ambiente es tan emocionante y arrollador que hasta los turistas aprenden a comportarse", ha declarado.
Por ello, el historiador pertenece a la Hermandad del Silencio, una cofradía católica de Sevilla. "La procesión más emocionante es La Madrugá. Las esculturas procesionales son obras de arte al nivel de Miguel Ángel", ha subrayado Amorós.
La importancia de la música
El literario también ha querido destacar en esRadio la música procesional. "La música de Semana Santa es preciosa, mucha gente la infravalora porque no la conoce", ha expresado. Sin embargo, tal y como ha asegurado, a pesar de que pueda parecer antigua, está en constante renovación y hay música nueva. Un ejemplo de ello es Caridad de Guadalquivir, de Paco Lola.
De hecho, muchas marchas se versionan al flamenco o a música de orquesta. Según ha explicado Amorós, "muchos músicos y poetas utilizan lo profano para lo sacro", por lo que están aumentando las bandas de Semana Santa compuestas por jóvenes compositores. "Utilizan marchas procesionales basadas en música de Chopin o de Bob Dylan", ha destacado Amorós.
Por ejemplo, en distintos puntos de España, la música se utiliza de manera única. "Para mí, como la Semana Santa de Sevilla no hay ninguna, pero también hay tradiciones muy peculiares en otros lugares, como en Cuenca", ha declarado el literario. "Una que me gusta especialmente son los Improperios de Cuenca", un género que ha conservado su vigencia popular en la Semana Santa de Cuenca, donde incluso se le encargó al compositor Federico Mompou escribir unos improperios.
Según Amorós, hay una frase muy significativa que resume bien esta vivencia: "No somos ángeles, y la religiosidad va unida a todo lo nuestro".

