Colabora

'Oblígame' de Lee Child, o lo que Reacher hace cuando tiene tiempo libre

Publicada por Blatt & Ríos, Oblígame es otra muestra de las habilidades de Lee Child (y su personaje Jack Reacher).

Reacher | Prime Video

"Reacher iba a ningún lado y tenía todo el tiempo del mundo". Esta frase que Lee Child deja caer en algún momento de las primeras páginas Oblígame, su antepenúltimo volumen publicado por Blatt & Rios en nuestro país (el más reciente es la antología de relatos cortos Sin segundo nombre) ya anticipa todo el amplio abanico de sensaciones de una buena novela de Jack Reacher.

La llegada del exmilitar vagabundo al pueblo de Mother’s Rest, una localidad ficticia en algún lugar del Medio Oeste de Estados Unidos, se produce simplemente para averiguar por qué puede llamarse así, "el descanso de una madre". Pero un apretón de manos mal dado (y la presencia de una atractiva detective de origen chino) procura a Reacher un motivo para quedarse y descubrir el porqué de una serie de desapariciones.

Lo que sigue es la clásica novela de Lee Child, sostenida a partir de una serie de elementos sencillos pero metódicamente expuestos que dan una pincelada, otra más, en el mundo criminal y la burocracia estadounidense a través de la mirada de un británico (Child nació en Coventry, Inglaterra). Eso significa frases lacónicas y cortantes, un razonamiento afilado y una narrativa que no hace prisioneros que muchos espectadores ya reconocerán por las dos películas de Tom Cruise, y sobre todo, por la serie de Prime Video protagonizada por Alan Ritchson que está a punto de estrenar su tercera temporada.

Más o menos como las acciones de Jack Reacher, un caballero andante de tamaño XXL de un funcionalismo que haría las delicias de un soviético, cuya parquedad de palabras solo va en consonancia con su ironía. Child, sin embargo, se adentra en el razonamiento del personaje con la habilidad de quien lleva decenas de novelas escritas sobre él, y el resultado es un trolebús que pasa por encima a un lector (que no obstante, puede recrearse a la perfección en descripciones tan enérgicas como la del propio poblacho de Oklahoma donde se desarrolla gran parte de la acción) deseoso de conocer cómo conseguirá llevar ventaja a unos malos que llevan ya mucho tiempo haciendo lo suyo.

En Oblígame algunos de los rasgos de Child llegan al paroxismo, como ese aire de western reforzado por el desértico escenario, o sobre todo cuando dedica todo un capítulo a describir un puñetazo del exmilitar y las infinitas posibilidades que genera. Cuando Reacher simplemente se para durante un paseo y se da la vuelta, suspicaz en medio del desolado entorno del desierto, es un proceso que Child describe como si el propio Reacher fuera un tren de mercancías.

Un individuo que resulta simpático por su inteligencia tanto como por su fuerza bruta, por su sentido del humor y de la justicia. También por su practicidad minimalista, otro mecanismo de Child para poder situar con comodidad al personaje en distintos entornos norteamericanos que le han valido comparaciones como Edward Hopper. Un excelente pasatiempo literario que se lee con entusiasmo fan y curiosidad creciente ante la artesanía de Child, capaz de sostener un suspense que roza lo ingenuo durante cuatrocientas páginas capaces de crear imágenes, situaciones y diálogos -quizá el verdadero fuerte de su autor- de una manera magistral.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario