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Oona O'Neill vivió un "cuento de hadas" junto al colérico Chaplin

La escritora Jane Scovell repasa la biografía de la hija del Nobel de Literatura Eugene O’Neill, cuarta mujer de Chaplin.

Oona O'Neill y Charlie Chaplin, en Hollywood en 1944. | Wikipedia

Oona O'Neill creció sorteando tragedias que si bien logró que no la arrasaran por completo, impregnaron el devenir de sus días irremediablemente. Era hija del dramaturgo y Premio Nobel de Literatura Eugene O’Neill, quien la abandonó con dos años. Ese padre famoso, con el que nunca logró el acercamiento deseado, marcó su etapa adulta en la que aparecieron hombres determinantes como J. D. Salinger y Charles Chaplin. En el círculo de sus amistades se decía que "vivió un cuento de hadas sin final feliz, amenazada por un ogro y rescatada por un príncipe. Se cuenta en la biografía escrita por Jane Scovell titulada sencillamente Oona O'Neill (Circe).

Oona fue criada por su madre, la escritora Agnes Boulton, entre alcohol, constantes depresiones y fiestas. Mientras que Oona se pasó la vida buscando la atención de aquel afamado padre, respetado por la sociedad y considerado un genio, sus dos hermanos, Eugene y Shane, terminaron suicidándose.

La joven trató de huir de su realidad convirtiéndose en actriz y frecuentaba a menudo los ambientes bohemios de Nueva York en busca de una oportunidad. Con solo 17 años, su belleza y desparpajo le consiguieron varios anuncios y un papel en Broadway.

"Su nombre y su cara aparecían en periódicos y revistas de todo el país. En la primavera de 1942, cuando la coronaron Debutante del Año, invadió todos los medios de comunicación en una auténtica guerra relámpago!" (Pág.99).

Tenía talento y probó en la costa opuesta, en Hollywood. "El hecho de tener un padre Premio Nobel, junto con su buena educación, la hicieron apetecible para la prensa" y le consiguieron "una escudería de pretendientes".

Trató con pesos pesados del sector, como Orson Wells o Truman Capote. J. D. Salinger se enamoró de ella - antes de convertirse en el autor de El guardián entre el centeno-, pero acudió como voluntario a la Segunda Guerra Mundial. A su regreso, Oona se había casado con Charles Chaplin, 36 años mayor que ella. Se conocieron durante el rodaje de Shadow and Substance. "Buscando a una protagonista para la pantalla, Charlie Chaplin encontró a la de su vida. En cuanto a Oona, hasta esa noche su existencia había estado dominada por un padre ausente, pero estaba a punto de quedar bajo el amparo de quien pronto sería su marido", escribe Scovell en esta biografía. Comenzaron su relación cuando ella apenas contaba con 17 años. Esperaron a los 18 para la boda. Sobre el enlace opinó Eugene O’Neill en una carta, como recoge el libro: "Te habrás enterado de la última payasada de mi hija".

La reputación de Chaplin estaba más que en entredicho, con tres fracasos matrimoniales a su espalda -incluido el entablado con la protagonista de El niño, Lita Grey, con la que se casó tras dejarla embarazada con 16 años-, varias demandas de paternidad y los tabloides estadounidenses aireando su inclinación por las adolescentes y las denuncias de abuso de menores. No es lo que se dice, como refleja Scovell, la luna de miel soñada.

Nadie apostaba por la viabilidad de esta relación y, sin embargo, seguían juntos. El matrimonio tuvo ocho hijos. "Los múltiples embarazos de Oona alimentaron toda suerte de especulaciones. ¿Quién deseaba tener tantos hijos? ¿Charlie, como demostración de su virilidad, y para tener a su mujer en casa ‘con la pata quebrada’, o bien Oona, para compensar su truncada vida familiar, cuando no su matrimonio con un hombre tantos años mayor?" (Pág. 146).

Chaplin y Oona, junto con algunos de sus hijos, en 1961. | Wikipedia

Exilio en Suiza

Perseguido por las acusaciones de comunismo por el Comité de Actividades Antiamericanas, Chaplin inició una vida en el exilio en Suiza junto a su esposa. "Oona fue clave para salvaguardar el patrimonio de su marido, y sin su buen hacer podría haberse perdido el grueso de la fortuna de Chaplin. Los diez días que pasó en América reuniendo los bienes del actor acabarían siendo la separación más larga en toda la historia de la pareja. Ya con su dinero a buen recaudo, Charlie Chaplin se proclamó mártir político y declaró que jamás volvería a Estados Unidos!" (Pág. 179).

Estuvieron juntos hasta la muerte del actor. Scovell recoge que cuando le preguntaban por la abnegación que mostraba hacia su marido, ella decía: "Estuvo cuando le necesitaba, y ahora tengo que estar yo". En todo el recorrido por su relación, se dibuja a una joven encantada con su matrimonio y al actor centrado en su trabajo y su familia, una feliz unión con altibajos propios a pesar del carácter colérico, mujeriego y manipulador de Chaplin.

Tras la muerte de Chaplin, Scovell asegura que tuvo romances con Ryan O'Neal y David Bowie. Oona está enterrada en el cementerio suizo de Corsier-sur-Vevey, junto al que fuera su marido.

Jane Scovell. Oona O'Neill. Editorial Circe, 2024. ISBN: 9788477653202. Nº páginas: 360

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