

La escritora Vannesa Monfort (Barcelona, 1975), sostiene que a Gulia Toffana se le puede considerar la primera asesina en serie de la historia, aunque irónicamente, en este momento de auge del true crime que vivimos, nadie había novelado su vida y sus controvertidas acciones. Lo ha hecho en La toffana (Espasa), que le ha valido el Premio Primavera 2025 y en la que deja que sea el lector el que enjuicie sus actos.
Monfort explora las circunstancias que llevaron a Giulia Toffana, boticaria, hija de la alquimista Theophania D’Adamo, a ayudar -permítase el eufemismo- a cientos de mujeres a enviudar. Lo hacía con el Aqua Toffana, un veneno que hizo temblar a Italia durante siglos. Como recuerda la autora en una nota final, hasta Mozart, en su lecho de muerte en 1791, dijo haber sido víctima de sus efectos.

Monfort contextualiza la biografía de esta italiana en un momento en el que el asesinato de mujeres no estaba penado y se archivaban, sin investigación, bajo la causa de "accidente doméstico".
La novela arranca con la detención de la apodada como Virgen negra en el castillo de Sant’ Angelo y los gritos de mujeres implorando su libertad. Junto a su hija y su mejor amiga, será interrogada tras abandonar la protección del convento que las refugiaba. La tensión narrativa se sostiene en las pesquisas que lleva a cabo Stefano Bracchi, un joven inquisidor con una férrea concepción de justicia y una ambición desmedida inspirado en el Guillermo de Baskerville de El nombre de la rosa. El Tribunal eclesiástico había comenzado a atar hilos después de que varios sacerdotes alertaran de que sus feligresas decían haber dado un bebedizo a sus maridos.
Burgueses, pobres, menestrales, nobles, todos con versiones tan parecidas que podrían parecer el mismo: «Una de mis feligresas llegó terriblemente arrepentida por haberle dado una pócima de amor a su prometido para obtener más atenciones»; «una de mis hijas de confesión me aseguró que había comprado un remedio para tener un segundo hijo»; «la mujer era recién casada y le dio unas gotas para calmar a su marido que la agredía». (Pág. 96).
En sus más de 500 páginas, describe a una auténtica madrina de una red de crimen organizado. Giulia Toffana comenzó creando pócimas abortivas para que las mujeres tomasen el control de sus cuerpos. Sumó sedantes para reducir a los maridos más violentos y, finalmente, "su gran obra" fue un veneno mortal que distribuía a través de su organización delictiva. Tan solo había que implorar sus favores. Hasta la alta sociedad romana se sirvió de su pericia química. "Había traspasado todas las fronteras creando puentes entre clases sociales que no estaban destinadas ni siquiera a rozarse". (Pág. 96). Se cree que contó con la vista gorda de algunos eclesiásticos.
Monforte introduce en la narración otros personajes históricos, como la consejera, y dicen que amante, del papa Inocencio X, Donna Olimpia, la Papisa; o los pintores Caravaggio, Velázquez y Artemisia Gentileschi.
Vanessa Montfort es novelista y dramaturga, autora de Mitología de Nueva York (Premio Ateneo de Sevilla, 2010); La leyenda de la isla sin voz (Premio a la mejor novela histórica Ciudad de Zaragoza, 2014); y Mujeres que compran flores (2016), que será adaptada al cine. La historia de la Toffana la llevó al teatro, junto a María Herrero, en 2022.

