

Isabel Allende acaba de publicar Mi nombre es Emilia del Valle (Plaza y Janés), una historia de amor y de guerra, de descubrimiento y redención, protagonizada por una mujer "muy fuerte" que se reinventa. Emilia del Valle pertenece a la saga familiar que empezó con La casa de los espíritus y continuó con Hija de la fortuna y Retrato en sepia porque - dice- hay personajes que nunca la abandonan.
La escritora, de 82 años, aseguró, en un encuentro celebrado con periodistas en Casa de América, que España es un país que le trae muy buenos recuerdos pero también "un dolor profundo". Su hija Paula murió en Madrid. Allende vive desde hace años en EEUU, junto a su tercer marido, sus hijos, sus nietos y sus perros, aunque no descarta tener que marcharse por el mandato de Trump puesto que las cosas "se están poniendo color hormiga". De forma bastante rotunda afirmó que no piensa "vivir con miedo". Por ello se exilió con la dictadura militar de Chile en 1975.
"Mientras pueda, voy a vivir en Estados Unidos, pero no quiero vivir en una dictadura. No quiero vivir en un gobierno autoritario", expuso. "No quisiera tener de nuevo esa experiencia de empezar de cero. Pero si llega el momento, claro. No me siento tan vieja como para no poder empezar de nuevo", aclaró.
Emilia del Valle
La historia de la nueva novela que presenta arranca en San Francisco en 1866. Molly Walsh, una monja irlandesa, se queda embarazada de un aristócrata chileno que no quiere saber nada del asunto. Aun así, la niña llevará el apellido paterno, Del Valle. La niña se convierte en una joven inteligente y una mujer independiente y emprendedora que, bajo seudónimo, escribe novelas y columnas, desafiando todas las normas sociales de su tiempo. Llegará incluso a cubrir como corresponsal la guerra civil que sufre Chile, ya bajo su nombre real. "No me he tenido que inventar a Emilia porque vivo rodeada de mujeres fuertes, como ella, que han sido silenciadas", dijo.
"El nombre de la joven es muy importante, por eso es el título de la novela. Cuando empieza a escribir tiene que usar un nombre masculino para vender novelitas de 10 centavos, también como periodista tiene que hacerlo. Le dicen 'nadie respetaría lo que usted dice como mujer'. Pero cuando se va a la guerra como corresponsal, ella pone como condición que le permitan usar su nombre real: 'Emilia del Valle'".
Sus lectores habituales hallarán referencias a La casa de los espíritus, su primer gran éxito: "Junto a Paula es la novela que más me marcó. Fue el comienzo de todo. Me sacó de una existencia banal, la escribí desde la inocencia. Mi matrimonio en el exilio en Venezuela iba muy mal. Mis hijos ya habían crecido. Tenía cuarenta años y no había pasado nada. Nada más que pérdidas. La casa de los espíritus marcó el camino para todo lo que vendría después".
Guerra civil
Allende vuelve a apostar por retratar el pasado y el presente de América Latina, juzgar el poder y sus desmanes, condenar la violencia institucional y dar voz a los silenciados. Esta vez se centra en la guerra civil chilena en 1891, que comenzó cuando el presidente José Manuel Balmaceda ordenó la clausura del Congreso Nacional. Se desencadenaron masacres como las de Concón y Cañas. Aseguró Allende que escogió esta contienda porque le recordaba al golpe de Estado de Augusto Pinochet que derrocó al presidente Salvador Allende, primo de su padre.
"Se enfrentaron a una oposición brutal e intervinieron las Fuerzas Armadas. En el primero, se dividieron y hubo una guerra civil sangrienta. En el segundo, un golpe militar dio paso a 17 años de dictadura. En el campo de oportunidades, los dos presidentes prefirieron el suicidio antes del exilio".

