Tras los pasos de Antonio Stradivari, el alquimista de los violines
No es lo mismo un violín que un Stradivarius. Cuentan con seguros millonarios, se guardan en cámaras acorazadas e incluso viajan en transporte blindado. Algunos han alcanzado en subasta cifras que rozan los veinte millones de euros. Antoni Stradivari fabricó casi 1.200 instrumentos a lo largo de sus más de 70 años de trabajo, la gran mayoría violines, aunque también hizo violas, violonchelos o laúdes. Eran cotizados por reyes y nobles, y su prestigio dura hasta nuestros días. Cremona, cerca de Milán, fue fundamental en su carrera. Seguimos los pasos de Stradivari en esta localidad italiana.
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Cremona
Cremona, situada en la región de Lombardía, es mundialmente famosa por su tradición en la construcción de violines, especialmente durante los siglos XVI y XVII. Destacaron las familias Amati y Guarneri, y llegó la excelencia con Stradivari. Cada año celebra su rica herencia musical con eventos como el Monteverdi Festival y el Stradivari Festival, que atraen a aficionados de todo el mundo. Asimismo, su casco histórico es de gran belleza, donde destaca la Piazza del Comune, la Catedral, el Baptisterio y el Torrazzo, un campanario histórico que cuenta con un reloj astronómico, símbolo de la ciudad.
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Escuela Internacional de Lutier de Cremona
La tradición en la fabricación artesanal de violines y otros instrumentos de cuerda está asegurada con la Escuela Internacional de Lutier de Cremona, que recibe alumnos de todas las partes del mundo. Respeta las técnicas clásicas y se centra en conseguir la precisión y el sonido característico de los instrumentos cremoneses. La escuela ofrece una formación integral, que incluye la enseñanza de música, aunque la mayoría de sus estudiantes han estudiado en conservatorios.
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Elección de maderas
Resulta esencial la elección de la madera - abeto para la tapa armónica y arce para el fondo, aros y mástil-. Los profesores ponen énfasis en las distintas fases de su construcción, supervisando cada detalle, hasta que los alumnos cuentan con la suficiente destreza manual.
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Herramientas
Los alumnos utilizan gran variedad de herramientas tradicionales y especializadas para la fabricación artesanal de violines, algunas fabricadas por ellos mismos. Hay cuchillos curvos, gubias, cepillos limas, sierras finas o escofinas.
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Barnices
Hay quienes aseguran que uno de los aspectos que hicieron único a Stradivari fue la elección y el uso de barnices. Hoy en día, la Escuela Internacional de Lutier continúa usando barnices tradicionales. La madera del violín recibe hasta veinte manos de capas de barniz.
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El trabajo de los alumnos
Los alumnos cuentan en la escuela con distintas estanterías en las que colgar sus creaciones durante el proceso de fabricación artesanal. Cuando está terminado, una etiqueta en el interior del instrumento indica el año de construcción, el maestro y el alumno que lo realizó.
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Museo del Violín
Otro de los grandes atractivos de Cremona es su Museo del Violín, con una colección de piezas únicas. Exhibe obras maestras de famosos lutieres como Antonio Stradivari, Guarneri del Gesù y Andrea Amati, así como instrumentos contemporáneos. Está situado en el Palazzo d'Arte, referente de la arquitectura. Cuenta con auditorio y talleres.
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El cofre de los tesoros
La sala más importante del Museo del Violín es una joya. Contiene las piezas más preciadas, protegidas por vitrinas que las mantienen con una humedad constante y una temperatura que oscila entre los 18 y 22 grados. Algunos de ellos son tocados una vez al año, aunque depende de la decisión de los conservadores.
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El más antiguo
Este es el violín más antiguo de la colección, de 1566 y fabricado por Andrea Amati, considerado el primer lutier de Cremona. Fue elaborado para Carlos IX de Francia. El instrumento sigue sonando y se considera una pieza invaluable.
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Talleres
Cremona cuenta con más de 200 talleres de lutier, dedicados principalmente a la fabricación de violines, violas y cellos, así como a su restauración y conservación.
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Lutería
Muchos de los estudiantes de la Escuela Internacional de Lutier terminan sus estudios en Cremona y deciden abrir su propio taller en la ciudad.
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Guiños por cada esquina
La UNESCO reconoció en 2012 la fabricación artesanal de violines en Cremona como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En cada parque o plaza se encuentran monumentos que homenajean este arte.
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Casa de Antoni Stradivari
Actualmente puede visitarse la casa en la que Stradivari vivió con su primera esposa. Allí instaló su primer taller de fabricación de violines y recibía a grandes músicos que probaban sus piezas. Mantiene la estética de una vivienda de la época, aunque no conserva ningún elemento original del maestro artesano.
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70 años de trabajo
Antoni Stradivari trabajó desde los 13 años hasta los 90 en la fabricación de instrumentos, una larga carrera que le permitió innovar y experimentar con materiales, barnices y formas hasta lograr la excelencia. Aunque en sus últimos años delegaba parte de la fabricación en dos de sus hijos -Francesco y Omobono-, hasta el final de su vida se encargó de supervisar todas las piezas que salían de su taller.
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Personalidad perfeccionista
Stradivari introdujo mejoras en el diseño y construcción de violines, buscando un sonido cada vez mejor. Dicen los historiadores que contagió a sus instrumentos con su personalidad meticulosa y perfeccionista. Sus mejores piezas, consideradas joyas musicales, fueron creadas entre 1680 y 1730, un periodo conocido como “su etapa dorada". Murió el 18 de diciembre de 1737 en Cremona.
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