
La asistencia militar a Ucrania ha sido una de las cuestiones clave de la cumbre de la OTAN que se ha celebrado en los últimos días en Washington. Para los países aliados era clave mantener la unidad de acción en el apoyo al Gobierno de Kiev y conseguir el reto de crear una bolsa económica de 40.000 millones en ayuda militar a Ucrania, algo que se ha conseguido con el compromiso de todos los socios.
A la espera de que se concreten noticias sobre la llegada definitiva de los cazas F-16, una vez que ya han concluido algunos de los cursos de formación y algunos socios han anunciado el traslado de los aviones a la mayor brevedad posible, algo que se esperaba en esta cita pero que no ha ocurrido, el principal tema de debate se ha centrado en dotar a Ucrania de más sistemas de protección aérea.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, lleva meses pidiendo a sus socios que aumenten su implicación en el envío de material antiaéreo a Kiev, la única forma de frenar los ataques con misiles que Rusia lanza día sí y día también contra instalaciones militares y civiles en Ucrania. En esta cumbre se ha podido poner cifra a la nueva ayuda que para estos cometidos recibirá el país eslavo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que los países aliados van a enviar en los próximos meses "cinco sistemas estratégicos adicionales de defensa aérea". Se trataría, según los datos que se han dado a conocer, de cuatro baterías Patriot (serán donadas por Estados Unidos, Alemania, Países Bajos y Rumanía) y de una batería SAMP-T (que será donada por Italia).
Lo llamativo del asunto es que mientras la OTAN realizaba este anuncio, la vicepresidenta de Ucrania, Olga Stefanishyna, dijo a varios medios estadounidenses, como Político, que el envío será aún mayor y que se terminará elevando a nueve unidades. Y, lo más llamativo, es que dijo que dos de las baterías antiaéreas Patriot adicionales que terminarán recibiendo serán aportadas por España y Suecia.
España ya recibió una fuerte presión tanto de la OTAN como de la UE el pasado mes de abril para que donase una de sus baterías Patriot a Ucrania. Al final, la decisión que tomó el Gobierno de Pedro Sánchez fue enviar misiles antiaéreos Patriot, los que se utilizan para ser lanzados desde la batería, pero se negó en rotundo a enviar los otros elementos que componen este sistema (lanzadores, estación de control, radar o planta de suministro).
Las Fuerzas Armadas españolas tienen actualmente tres sistemas Patriot en su arsenal. Uno de ellos se encuentra desplegada desde hace una década en el sur Turquía, en misión OTAN. Las otras dos están en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº73, en Marines (Valencia). Una de ellas, incluso, se está utilizando para adiestrar a militares ucranianos en el uso de estos sistemas.

