
Las Fuerzas Armadas españolas cambian sus piezas aéreas en el Este de Europa. Cazas Eurofighter Typhoon del Ala 14 -con sede en la base aérea de Los Llanos, en Albacete- están en pleno proceso de sustitución del contingente aéreo español que se encontraba desde hace cuatro meses en la base aérea Mihail Kogalniceanu de Constanza (Rumanía), y que ha estado compuesto por cazas F-18 Hornet del Ala 15 -con sede en la base de Zaragoza-.
La misión de estos militares, bajo bandera de la OTAN, es ayudar a la Fuerza Aérea rumana a controlar su espacio aéreo, en unos momentos donde las aeronaves militares de este país se encuentran en pleno proceso de modernización, pasando de los viejos cazas de fabricación soviética a nuevos cazas de fabricación occidental. Necesitan ayuda para controlar las violaciones que los aviones militares rusos hacen habitualmente de su espacio aéreo.
Este relevo se produce pocos días después de que los cazas españoles participasen en un ejercicio aire-aire nocturno junto a un AWACS (Aeronave de Alerta Temprana y Control) de la Fuerza Aérea italiana. Un adiestramiento que, según explicaron desde el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), son de gran importancia en la configuración de las unidades aéreas como fuerzas expedicionarias.
Este destacamento, denominado Paznic, no es el único despliegue español que se encuentra en estos momentos en territorio rumano. Desde hace unas semanas se encuentra también desplegado en el país un destacamento de unos 250 infantes de marina que se han unido a la Brigada Multinacional de la OTAN que forma parte del muro anti-Rusia de la Alianza Atlántica y que se encuentra bajo mando francés.
De manera paralela, también se encuentra en el país de los cárpatos otro destacamento español, denominado como Tigru, compuesto por una cuarentena de efectivos del Ejército del Aire y el Espacio y por un radar AN/TPS-43M del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA), que tiene como misión controlar el espacio aéreo rumano para detectar la entrada de posibles amenazas aéreas rusas.

