
La firma de los dos programas Halcón para modernizar la flota de cazas del Ejército del Aire y el Espacio ya está hecha. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha formalizado este viernes en la sede de Airbus el segundo de los contratos, por los que se recibirán 25 cazas Eurofighter Typhoon de la Tranche 4, la más moderna o evolucionada que hay en estos momentos en el mercado, por una cantidad de 4.000 millones de euros.
Si el programa Halcón I –cuyas primeras unidades ya están siendo ensambladas– se componía de 20 unidades este caza para sustituir a los cazas F-18 Hornet del Ala 46, con sede en la base de Gando (Gran Canaria), el programa Halcón II que se acaba de firmar está destinado a sustituir a una parte de los cazas F-18 que sirven en la Península, exactamente, en el Ala 12 (Torrejón de Ardoz, Madrid) y Ala 15 (Zaragoza).
La entrada en servicio de estos nuevos aparatos aumentará hasta 115 la flota de Eurofighter Typhoon que estarán en servicio en nuestro país, pues a los 45 que llegarán fruto de los dos programas Halcón habrá que sumar los 70 aparatos de diferentes evoluciones (Tranche 1, Tranche 2 y Tranche 3) que ya están operativos tanto en el Ala 11 (Morón de la Frontera, Sevilla) como en el Ala 14 (Albacete).
Entre las mejoras tecnológicas que tendrán estos nuevos aparatos frente a los que ya están en servicio en estos momentos destacada una aviónica más avanzada, la instalación de un radar de barrido electrónico (E-Scan), sistemas de armas mejorados capaces de operar los misiles Brimstone III (aire-tierra) y Full Meteor (aire-aire), además de nuevos sensores y una conectividad mejorada.
La bolsa económica de los 4.000 millones de euros, aprobada por el Consejo de Ministros en el mes de septiembre de 2023, no sólo incluye los 25 aparatos, sino también dos simuladores de última generación con toda su infraestructura, motores y múltiples piezas de recambio, así como el mantenimiento habitual de los cazas. Un paquete que no sólo es para las unidades del programa Halcón II, sino que también incluye a los 20 cazas del programa Halcón I.
Durante la firma, Margarita Robles ha mantenido que "el compromiso del Gobierno de España con la inversión en Defensa es inequívoco", que esta adquisición es "un refuerzo de las capacidades para el Ejército de Aire y del Espacio, en unos momentos muy complicados en los que la modernización es esencial" y que, además, "nos permite cumplir con nuestros compromisos en la UE y la OTAN, así como gozar de una elevada consideración y ser valorado como un socio fiable y serio".
El F35 y el resto de F18 a sustituir
La firma de este contrato vuelve a poner de relieve que el Ministerio de Defensa todavía tiene un gran reto pendiente en lo que a la renovación de cazas de combate se refiere. Un reto que empieza a convertirse poco a poco en un quebradero de cabeza. El Halcón II sólo sirve para sustituir a una parte de los 60 cazas F-18 Hornet que están en servicio en la Península, pero no a todas las unidades.
Para el resto de esas unidades por sustituir, existe un programa dentro del departamento de Margarita Robles denominado "Avión sustituto del AV-8B y C-15M", es decir, para sustituir a los cazas Harrier AV-8B de la Armada y al resto de cazas F18 del Ejército del Aire y el Espacio. El mismo tiene una bolsa económica asociada que asciende a 6.500 millones de euros.
Teniendo en cuenta que no hay tiempo material para desarrollar un avión desde cero que cumpla con esas características, parece que la única opción es ver qué hay en el mercado en estos momentos. Y en éste, el único modelo que cumple los requisitos es el F35, con su variantes A (despegue y aterrizaje convencional) y B (despegue y aterrizaje convencional y vertical), fabricado por la empresa estadounidense Lockheed Martin.
Ante esta situación, el Gobierno puede optar por tres opciones. La primera es comprar el F35 en variantes A y B para ambos ejércitos. La segunda es que se compre el F35B para la Armada y otra aeronave para el Ejército del Aire y el Espacio. La tercera es que la Armada pierda buena parte de su capacidad de proyección de la Fuerza, pierda su Ala embarcada, y sólo se compre un caza para el Ejército del Aire y el Espacio.
A principios de diciembre, durante un desayuno informativo con medios de comunicación, el Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), general del Aire Francisco Braco, deslizó la posibilidad de que el Ejército del Aire no sólo piense en los F35 para sustituir al resto de cazas F18, y abrió la posibilidad a cazas de fabricación francesa o surcoreana, como pueden ser el Dassault Rafale o el KF-21 Boramae.

