Lo que sí parece haber calado en la ciudadanía es la idea de que, en caso de cualquier emergencia, más vale tener un par de walkie-talkies o una radio de pilas a mano. Al menos eso se desprende del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que señala que el 55,4% de los españoles está de acuerdo con el kit de supervivencia creado por la Comisión Europea para sobrevivir 72 horas sin ayuda externa en caso de una catástrofe natural o el estallido de una guerra.
La propuesta de Bruselas, presentada a finales de marzo y coincidiendo con el debate sobre el aumento del gasto militar europeo, planteaba que cada ciudadano debería contar en su hogar con un kit de emergencia para cubrir tres días en caso de emergencia. Agua potable, alimentos no perecederos, un termómetro, medicamentos, linternas, una radio portátil, el DNI y pasaporte plastificados, o incluso una baraja de cartas. Todo muy sensato, si uno espera "ir al monte con los colegas" o "aburrirse para ponerse a jugar a las cartas", contestaban en la calle algunos ciudadanos a Libertad Digital.
Pero lo que revela la encuesta del CIS de Tezanos va más allá: siete de cada diez españoles creen que su casa ya está preparada para subsistir dichas horas sin ayuda externa. Más aún: el 82,7% afirma tener total o parcialmente ese equipo de supervivencia entre la despensa y el botiquín de casa.
El respaldo ciudadano convive, eso sí, con un cierto desconcierto. Un 39,4% no ve sentido a la propuesta, y un 25,2% no considera necesario que el Ejecutivo reparta un manual con instrucciones para sobrevivir a la hecatombe. El resto —una amplia mayoría del 72,2%— cree que, si de prepararse se trata, al menos sí debería ser el Gobierno central quien distribuya un documento oficial que diga qué hacer.