La cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) ha concluido con una esperada declaración unánime de los socios. Todo ello pese al ruido político que se ha vivido los días previos a la reunión y durante la celebración de la misma. Un hecho que no suele ser habitual. Aun así, los países miembros se han comprometido a invertir el 5% del PIB en Defensa para el año 2035, sin excepción posible para ningún socio.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en los días previos se había mostrado como la voz disonante de los aliados, ha comparecido ante los medios de comunicación para mantener la postura de los días anteriores. Pese al comunicado apoyado y al contenido del mismo, ha insistido en que España no va a cumplir ni de lejos con la inversión mínima del 5 por ciento en Defensa, sino que se va a quedar en el 2,1 por ciento del PIB nacional.
"Hemos llegado a un acuerdo en el que hemos salvaguardado el interés de España y la unidad de los aliados. El debate no es el gasto porcentual, sino qué capacidades necesitamos", ha dicho el presidente del Gobierno, que ha mantenido que con el 2,1 por ciento del PIB España puede garantizar a la OTAN las capacidades militares para las que otros países necesitan destinar el 3,5 por ciento en Defensa y el 1,5 por ciento en Seguridad. "Ese 2,1 por ciento es un presupuesto sostenido en el tiempo para cumplir con las capacidades" que pide la OTAN "e incluye el 3,5 por ciento y el 1,5 por ciento", ha insistido en respuesta a una periodista.
Tras esto, se ha vanagloriado del acuerdo al que ha llegado con la OTAN. "Si hoy hubiera otro presidente del Gobierno aquí, España hubiera firmado el 5 por ciento del PIB en Defensa. Y eso sería un absoluto error para España. Nosotros no lo hecho. Nosotros hemos decidido ir por el camino y la vía de las capacidades militares", ha dicho minutos después de apoyar un comunicado en el que todos los socios se comprometen a alcanzar el 5 por ciento.
"El debate no es el gasto porcentual, sino qué capacidades necesitamos. Y esas capacidades no sólo están para el Flanco Este –en alusión a la amenaza rusa–, sino también para el Flanco Sur –de donde vienen las principales amenazas para España–", ha continuado el presidente del Gobierno español.
Una disidencia pactada
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha salido al paso de estas palabras y ha dado a entender que todo se trata de disidencia pactada, pero que el Ejecutivo español va a cumplir con lo acordado. "Hay un acuerdo sobre no estar de acuerdo en que ellos piensan que pueden alcanzar los objetivos de capacidades con un 2,1 por ciento del PIB y que la OTAN dice que tiene que ser el 3,5 por ciento como para todos los otros aliados".
En este sentido, preguntado por los periodistas sobre si cree que España va a cumplir con los porcentajes de inversión mínima pactados en la cumbre, se ha mostrado muy tajante: "Sí, lo creo". No ha parecido albergar margen de duda sobre el hecho de que la posición española solo sea una cuestión propagandística de política interna y que, llegada la hora de la verdad, cumplirá con lo acordado.
La ira de Trump
Quien no ha parecido estar tan seguro ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que es quien ha marcado la línea roja del 5 por ciento, que la OTAN finalmente ha adaptado a los posibilidades europeas y para el que ha fijado un curso de reevaluación para el año 2029 (justo cuando Trump abandona la Casa Blanca), que ha amenazado con una guerra comercial contra España si no cumple con el 5 por ciento.
El mandatario ha asegurado que la posición de Pedro Sánchez "es terrible" y, tras destacar que la economía española marcha bien, ha dicho que se va a encargar de que España "pague el doble" en materia comercial de ese 5 por ciento en Defensa que se niega a invertir, es decir, que ha amenazado con establecer aranceles específicos para España en caso de que el Gobierno español no aumente su inversión en Defensa.
"La economía va muy bien, pero podría torcerse si algo malo pasara. Estamos negociando un acuerdo de comercio con España y les voy a hacer pagar el doble (…) Y lo digo en serio. Me gusta España. Conozco mucha gente de España. Es un gran lugar y son grandes personas. Pero España es el único país que se niega a pagar", ha mantenido Trump.
Del mismo modo, ha asegurado que negociar él mismo "directamente con España" para que cambien su postura y acepten el acuerdo sobre el 5 por ciento de inversión en Defensa recién pactado en la OTAN.

