L D (EFE)
Se había anunciado de antemano que si el
DKV Joventut
intentaba buscar la victoria en Rusia desde el intercambio de canastas apostaría por una iniciativa condenada al fracaso, teniendo en cuenta que el Ural Great es un equipo capaz de hacer 15 de 25 en triples, pero la advertencia no ha servido de nada. Si encima el equipo catalán defiende pésimamente, pierde el rebote y ataca de manera acelerada, ni siquiera se puede esperar que se mantenga la diferencia de puntos que tan importante puede resultar para clasificarse para la segunda fase. El Joventut sólo fue rival durante diez minutos y deambuló por la pista los otros treinta.
El martes se disputó el resto de encuentros, con el Pamesa Valencia, el Estudiantes, el Fuenlabrada y el Caprabo Lleida en liza. El Pamesa perdió su condición de invicto en la competición en su visita a la pista del Euro Roseto italiano en un partido que dominaba durante la primera parte, pero que en la segunda fue superado por su rival, que se ha mostrado mucho más duro en defensa que el conjunto español, algo que desnivelaba el partido que acababa con fiesta local. En ataque, el equipo italiano superaba su inferioridad bajo los tableros con un juego abierto que aprovechaba el acierto en el tiro exterior de Teemu Rannikko y Rodney Monroe y las penetraciones de Marco Milic, el mejor jugador del Roseto. Y eso que el cuadro azulejero, líder de la Liga ACB, tuvo un comienzo espectacular. Con un parcial de 0-9 obligó al técnico del Roseto a pedir un primer tiempo muerto cuando sólo se habían disputado tres minutos.
También derrota -aunque esto no sea dorprendente- de un Fuenlabrada que dilapida gran parte de las escasas opciones de prolongar su aventura europea ante el Udine, notablemente superior al bloque madrileño que aprovechaba el viento a favor que encontró en el primer cuarto para encarrilar y resolver un duelo alejado de las estrecheces en el marcador. El bloque italiano, beneficiado por el parón competitivo para reforzar su equipo con el pívot ruso Mijail Mijailov, no ha pasado por alto las facilidades que encontraba en la defensa del equipo de Óscar Quintana, excesivamente resignado a sus limitaciones y que ha echado de menos la aportación y la bravura de David Wood.
Mejor le fueron las cosas al Adecco Estudiantes , que ha aprovechado el reencuentro con la Copa ULEB para impulsar sus opciones de supervivencia en la competición europea a costa del Chalon, empeñado en cuestionar la superioridad de su adversario pero incapaz de truncar la determinación del conjunto madrileño en los momentos finales. El enorme equilibrio con el que transcurrió el duelo alimentó la incertidumbre. El Estudiantes se sintió, casi siempre, dominador pero la sombra de la amenaza gala permaneció hasta los tres últimos minutos del duelo. La calidad individual del conjunto de José Vicente Hernández impulsó al bloque colegial cuya autoridad sólo fue cuestionada por los ramalazos de orgullo de su rival, emparejado en números y opciones al conjunto madrileño al final de la primera vuelta de la fase inicial de la Copa ULEB (dos triunfos y tres derrotas).
Y Alberto Angulo volvió a ser el jugador de los inicios de temporada para darle a su equipo, el Caprabo Lleida , una importante victoria ante el Metis Varese, al que le han pesado las ausencias de Andrea Meneghin y Paolo Conti más que a su rival la de Roger Grimau. Angulo hizo de todo para que no se escapase este triunfo que mete de lleno al Caprabo Lleida en la competición europea, con 30 puntos anotados y un robo de balón en los últimos segundos, con asistencia incluida a A.J. Bramlett, que decantaba la balanza cuando el cuadro italiano estaba cerca de forzar la prórroga o de imponerse con un último triple.
El martes se disputó el resto de encuentros, con el Pamesa Valencia, el Estudiantes, el Fuenlabrada y el Caprabo Lleida en liza. El Pamesa perdió su condición de invicto en la competición en su visita a la pista del Euro Roseto italiano en un partido que dominaba durante la primera parte, pero que en la segunda fue superado por su rival, que se ha mostrado mucho más duro en defensa que el conjunto español, algo que desnivelaba el partido que acababa con fiesta local. En ataque, el equipo italiano superaba su inferioridad bajo los tableros con un juego abierto que aprovechaba el acierto en el tiro exterior de Teemu Rannikko y Rodney Monroe y las penetraciones de Marco Milic, el mejor jugador del Roseto. Y eso que el cuadro azulejero, líder de la Liga ACB, tuvo un comienzo espectacular. Con un parcial de 0-9 obligó al técnico del Roseto a pedir un primer tiempo muerto cuando sólo se habían disputado tres minutos.
También derrota -aunque esto no sea dorprendente- de un Fuenlabrada que dilapida gran parte de las escasas opciones de prolongar su aventura europea ante el Udine, notablemente superior al bloque madrileño que aprovechaba el viento a favor que encontró en el primer cuarto para encarrilar y resolver un duelo alejado de las estrecheces en el marcador. El bloque italiano, beneficiado por el parón competitivo para reforzar su equipo con el pívot ruso Mijail Mijailov, no ha pasado por alto las facilidades que encontraba en la defensa del equipo de Óscar Quintana, excesivamente resignado a sus limitaciones y que ha echado de menos la aportación y la bravura de David Wood.
Mejor le fueron las cosas al Adecco Estudiantes , que ha aprovechado el reencuentro con la Copa ULEB para impulsar sus opciones de supervivencia en la competición europea a costa del Chalon, empeñado en cuestionar la superioridad de su adversario pero incapaz de truncar la determinación del conjunto madrileño en los momentos finales. El enorme equilibrio con el que transcurrió el duelo alimentó la incertidumbre. El Estudiantes se sintió, casi siempre, dominador pero la sombra de la amenaza gala permaneció hasta los tres últimos minutos del duelo. La calidad individual del conjunto de José Vicente Hernández impulsó al bloque colegial cuya autoridad sólo fue cuestionada por los ramalazos de orgullo de su rival, emparejado en números y opciones al conjunto madrileño al final de la primera vuelta de la fase inicial de la Copa ULEB (dos triunfos y tres derrotas).
Y Alberto Angulo volvió a ser el jugador de los inicios de temporada para darle a su equipo, el Caprabo Lleida , una importante victoria ante el Metis Varese, al que le han pesado las ausencias de Andrea Meneghin y Paolo Conti más que a su rival la de Roger Grimau. Angulo hizo de todo para que no se escapase este triunfo que mete de lleno al Caprabo Lleida en la competición europea, con 30 puntos anotados y un robo de balón en los últimos segundos, con asistencia incluida a A.J. Bramlett, que decantaba la balanza cuando el cuadro italiano estaba cerca de forzar la prórroga o de imponerse con un último triple.
