(Libertad Digital) Se presentaba el partido como uno de esos días idóneos para aumentar la autoestima de jugadores como Robinho o Baptista en el Bernabéu. El Athletic aterrizaba en Madrid con desventaja en la eliminatoria y con un equipo remozado sin la presencia de sus principales valores, entre ellos Yeste, Urzaiz, Luis Prieto y Julen Guerrero. El Madrid quería certificar su buen inicio de año en el Bernabéu, donde el miedo escénico había adquirido un cariz opuesto en los últimos partidos, en los que a sus rivales les bastaba el orden para puntuar y aumentar la crispación de la exigente afición.
El partido comenzó con un ritmo lento, cansino, con dos equipos con miedos. No saltaba al césped el Madrid decidido a resolver y el rejuvenecido Athletic apostaba por morder en el centro, en la construcción madridista, y buscar la velocidad de Aduriz para crear peligro. En un día de oportunidades, con Mejía cumpliendo cuatro partidos y complicándose su futuro, Raúl Bravo en un lateral al que dirá adiós al final de temporada o un Gravesen, tan querido en Inglaterra como inadvertido en Madrid, que destruía para que Guti sacase a relucir el genio que lleva dentro. Se está erigiendo Guti como pieza clave en el engranaje de López Caro que, como sólo hizo Vicente del Bosque, le ha dado total confianza desde su llegada. Como ya ocurrió en San Mamés, fue el jugador que inventó y decidió.
Antes de su estelar aparición, el público madridista se contentaba con el orden esquemático de su equipo o con los buenos centros de Beckham desde la derecha, pero era Guti quien servía en bandeja el gol de la resurrección de Robinho, con más ganas que nadie de marcar. Se mascaba el gol que cerraría la eliminatoria. El Athletic había perdido la posesión de balón, no había hecho intervenir a Diego López y moría sin apuntar síntomas de reacción antes del descanso ni en el segundo período.
El partido comenzó con un ritmo lento, cansino, con dos equipos con miedos. No saltaba al césped el Madrid decidido a resolver y el rejuvenecido Athletic apostaba por morder en el centro, en la construcción madridista, y buscar la velocidad de Aduriz para crear peligro. En un día de oportunidades, con Mejía cumpliendo cuatro partidos y complicándose su futuro, Raúl Bravo en un lateral al que dirá adiós al final de temporada o un Gravesen, tan querido en Inglaterra como inadvertido en Madrid, que destruía para que Guti sacase a relucir el genio que lleva dentro. Se está erigiendo Guti como pieza clave en el engranaje de López Caro que, como sólo hizo Vicente del Bosque, le ha dado total confianza desde su llegada. Como ya ocurrió en San Mamés, fue el jugador que inventó y decidió.
Antes de su estelar aparición, el público madridista se contentaba con el orden esquemático de su equipo o con los buenos centros de Beckham desde la derecha, pero era Guti quien servía en bandeja el gol de la resurrección de Robinho, con más ganas que nadie de marcar. Se mascaba el gol que cerraría la eliminatoria. El Athletic había perdido la posesión de balón, no había hecho intervenir a Diego López y moría sin apuntar síntomas de reacción antes del descanso ni en el segundo período.
Con todo a favor, Robinho intentó sus habilidades y demostró cómo con la confianza necesaria y el apoyo de la afición se convierte en un jugador único. Hizo sombreros, desbordó con velocidad y hasta recibió un penalti de libro que el árbitro no pitó cuando ya todo estaba decidido. El Athletic ya pensaba en seguir luchando por salvar la categoría en Liga y López Caro, que sumaba su primer triunfo en el Bernabéu, veía cómo ante la dificultad de la conexión natural entre Beckham y Baptista, de nuevo desaparecido en combate, se creaba una nueva en la banda derecha con una gran complicidad.
Míchel Salgado caería lesionado y Cicinho disputaba sus primeros minutos en su nuevo estadio para ganarse la ovación. Desde su posición natural, el lateral derecho, protagonizó paredes con Beckham, acciones de peligro y puso centros precisos que siempre rondó Soldado. Sergio Ramos aumentaba sus números como goleador marcando el segundo tras una falta botada por Beckham, Soldado, a tres minutos para el final, se gustaba con un bello tanto de cabeza que premiaba su incansable trabajo y Robinho, con el tiempo ya casi cumplido, ponía la guinda al pastel al marcar puerta vacía.
Míchel Salgado caería lesionado y Cicinho disputaba sus primeros minutos en su nuevo estadio para ganarse la ovación. Desde su posición natural, el lateral derecho, protagonizó paredes con Beckham, acciones de peligro y puso centros precisos que siempre rondó Soldado. Sergio Ramos aumentaba sus números como goleador marcando el segundo tras una falta botada por Beckham, Soldado, a tres minutos para el final, se gustaba con un bello tanto de cabeza que premiaba su incansable trabajo y Robinho, con el tiempo ya casi cumplido, ponía la guinda al pastel al marcar puerta vacía.
Ficha técnica del partido
Real Madrid, 4: Diego López; Míchel Salgado (Cicinho, m.49), Mejía, Sergio Ramos, Raúl Bravo; Gravesen (Helguera, m.73), Guti (Zidane, m.69); Beckham, Baptista, Robinho; y Soldado.
Athletic de Bilbao, 0: Lafuente; Expósito, Endika (Murillo, m.46), Gurpegui, Amorebieta; Orbaiz, Lacruz; Iraola, Tiko (Llorente, m.58), Dañobeitia; y Aduriz (Casas, m.71)
Goles: 1-0, m.29: Robinho bate por bajo a Lafuente; 2-0, m.64: Sergio Ramos, con el pecho; 3-0, m.87: Soldado, con un cabezazo a la escuadra; 4-0, m.92: Robinho, a puerta vacía
Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Gravesen (m.48) y Cicinho (m.68), por el Real Madrid, y a Dañobeitia (m.20), Aduriz (m.46) y Lacruz (m.64), por el Athletic
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernábeu ante unos 60.000 espectadores
Athletic de Bilbao, 0: Lafuente; Expósito, Endika (Murillo, m.46), Gurpegui, Amorebieta; Orbaiz, Lacruz; Iraola, Tiko (Llorente, m.58), Dañobeitia; y Aduriz (Casas, m.71)
Goles: 1-0, m.29: Robinho bate por bajo a Lafuente; 2-0, m.64: Sergio Ramos, con el pecho; 3-0, m.87: Soldado, con un cabezazo a la escuadra; 4-0, m.92: Robinho, a puerta vacía
Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Gravesen (m.48) y Cicinho (m.68), por el Real Madrid, y a Dañobeitia (m.20), Aduriz (m.46) y Lacruz (m.64), por el Athletic
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernábeu ante unos 60.000 espectadores