El Birmingham acentúa la crisis del Liverpool

Sin Fernando Torres en la convocatoria y con Steven Gerrard en el banquillo, el Liverpool afrontaba con la moral por los suelos después de haber encajado seis derrotas en ocho partidos. Además, los 'reds' están al borde de la eliminación de la Liga de Campeones y fuera de la Copa de la Liga inglesa (Carling Cup). La Premier también se distancia.

El Liverpool, que amplió la relación de inquilinos para la nutrida enfermería con el español Albert Riera, que reaparecía, y el israelí Yossi Benayoun, salió enchufado desde el principio. Con un juego cargado de revoluciones que empujó al Birmingham hacia su campo. La aproximación al área de Joe Hart fue de golpe. De entrada, el francés David Ngog efectuó un tiro a bocajarro que desvió el meta, muy acertado desde el arranque.

Antes de la llegada del cuarto de hora, el Liverpool puso el partido donde quería, con un gol de su parte. Una serie de remates, entre ellos del holandés Dirk Kuyt y el español Albert Riera -de vuelta a la titularidad tras su lesión- pusieron a prueba al meta Hart. Hasta que Ngog, desde el punto de penalti, fusiló en un último disparo. Las malas noticias se le acumularon al técnico escocés Alex McLeish, que tuvo que retirar a Teemu Tainio lesionado y dar entrada a Lee Carsley.

Pero el Liverpool bajó el ritmo. Un balón parado lanzado por James McFadden, rematado por Roger Johnson primero y por Scott Dann después, llegó a la cabeza del ecuatoriano Christian 'Chucho' Benítez, que dentro del área pequeña, de cabeza, logró el empate ante la pasividad de Pepe Reina, marcando así su primer gol en Inglaterra.

Un disparo lejano del argentino Mascherano desde fuera del área que fue respondido con un gran despeje de Hart poco antes de que Riera, volviera a lesionarse. En un choque, su pantorrilla izquierda salió malparada. Era la hora del capitán Steven Gerrard, que volvió a los terrenos de juego un mes después. A la espera del descanso, un disparo desde veinticinco metros de Cameron Jerome que sorprendió a Reina. Alcanzó la red y llevó el partido al descanso con la ventaja visitante.

El partido, inesperadamente, vivió una tregua durante un cuarto de hora. Hasta que Steven Gerrard, de cabeza, lanzó al palo. La ocasión reabrió el acoso al área del Birmingham, severamente castigado con la señalización de un penalti inexistente por una entrada de Lee Carsley sobre Ngog. Gerrard transformó y puso el empate a dos goles en el marcador de Anfield. Un disparo de Kuyt, que salvó Hart, y otro de Gerrard pudieron cerrar el triunfo local, condenado a la igualada y sumido en la racha negativa que le acucia en este tramo del curso.