La táctica defensiva que José Mourinho empleó el pasado sábado en el Santiago Bernabéu, en el primero de los cuatro clásicos entre Real Madrid y Barcelona (1-1), ha pasado a ser casi un asunto de Estado. Pero no sólo el plantamiento del portugués, que cuenta con partidarios y detractores casi a partes iguales, logró frenar al equipo de Pep Guardiola, sino que el estado del césped también tuvo mucho que ver.
Según ha podido saber Libertad Digital, el técnico madridista ordenó que la hierba no fuera segada como de costumbre y que tampoco se regara. Otra estrategia más para tratar de entorpecer en la mayor medida de lo posible el juego al que acostumbra el Barcelona, de circulación rápida y fluida del balón.
Pero lo que a priori no podrá controlar el portugués es el tepe de Mestalla. El diario Marca informa de que la hierba tendrá una altura de 25 milímetros. Además, el último corte se hará a última hora de la mañana, a sólo diez horas para el comienzo de la final, y se regará ligeramente a pocos minutos del partido, después de las actuaciones musicales de Huecco, Seguridad Social, Celtas Cortos y Dover en los prolegómenos.
Estableciendo una comparación golfística, se puede decir con matices que, mientras el césped del Bernabéu presentaba el sábado un aspecto similar al del rough de un campo de golf –la zona donde el pasto no está está cortado al ras, como en la calle–, el del miércoles en Mestalla se asemejará en cierto modo al green, cortito y más rápido. Siempre, claro está, salvando las distancias entre fútbol y golf.
El Valencia, mientras tanto, se desentiende de cualquier polémica. El jefe de los servicios de mantenimiento de Mestalla, Xavier Sánchez, dice que el objetivo es que el césped esté "en las mejores condiciones para el partido, igual que durante el resto de la temporada o incluso mejor".
Pero no sería descabellado pensar que, estado Mourinho de por medio, haya lío entre el Real Madrid y la Federación Española de Fútbol (RFEF), que como organizadora de la Copa del Rey es la encargada de ordenar al equipo de mantenimiento cómo debe estar el campo.
Según recuerda el portal de Radio Televisión Española, no sería la primera vez que Mourinho se enfrenta al Barça y el terreno de juego no sufre algún tipo de variación respecto a su estado habitual.
El 21 de febrero de 2006, un día antes de que el Chelsea se enfrentara al Barcelona en Stamford Bridge en la ida de octavos de la Champions, el portugués ordenó añadir tierra y agua al césped del estadio londinense para dificultar la fluidez del balón.
El año pasado, como entrenador del Inter de Milán, logró que las dimensiones de San Siro se acortaran hasta el mínimo permitido para que al equipo de Pep Guardiola le fuera más difícil entontrar espacios. El experimento le salió bien a Mou porque el equipo neroazzurro ganó ese partido, de ida de semifinales, por 3-1 y una semana después eliminó a los azulgrana en el Camp Nou.

