El boxeador estadounidense Mike Tyson y el legendario mexicano Julio César Chávez ya están en el al Salón de la Fama Internacional del boxeo desde el pasado domingo, en la localidad de Canatosta, en las afueras de Nueva York. Un día con lluvia, nublado y con frío no ha evitado que miles de fanáticos y aficionados al boxeo fueran a ver como Tyson era exaltado al Templo de los inmortales, coronando una carrera marcada por la gloria y la infamia.
También han ingresado en este Salón de la Fama el actor Sylvester Stallone, que ha sido honrado por su gran película Rocky, el ruso-australiano Kostya Tszyu, el entrenador mexicano Ignacio Beristaín y el árbitro puertorriqueño Joe Cortez.
Al boxeador estadounidense, que agradeció el homenaje, se le vio emocionado: "Tengo que hacerme el tonto acerca de esto o me emocionaré aquí arriba". En sus palabras de agradecimiento, ha rendido homenaje a su desaparecido entrenador Cus D'Amato, el hombre que le guió cuando empezaba y que se convirtió en su tutor legal tras la muerte de la madre de Tyson. D'Amato murió en 1985, un año antes de que Tyson noqueara a Trevor Berbick y se convirtiera, con 20 años, en el campeón mundial más joven en la historia de la categoría.