Un solo ensayo, de Whitelock, en el minuto 15, y un golpe de castigo de Donald en el 46 dieron a los locales su segundo título. El primero lo consiguieron en 1987, también en Nueva Zelanda en la primera edición del mundial de rugby y ante el mismo rival.
Los puntos de los galos llegaron mediante un ensayo de Dusautoir, transformado por Trinh-Duc.