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Mourinho, ante el partido que puede cambiar la historia

El Real Madrid puede dar un golpe casi definitivo a la Liga si gana al eterno rival.

José Mourinho llegó en el verano de 2010 al Real Madrid con un objetivo: acabar con la hegemonía del Barcelona. Por primera vez en los tres años que lleva Guardiola en el banquillo del conjunto culé, los blancos afrontan el clásico en el Santiago Bernabéu desde lo más alto de la clasificación, si bien es cierto que en los años anteriores el clásico de la primera vuela se jugó en el Camp Nou.

La última vez que el Real Madrid afrontó con más puntos que su rival el clásico en el Santiago Bernabéu fue en la temporada 2007/2008, cuando los blancos se proclamaron campeones de Liga en la jornada anterior y el Barcelona tuvo que hacerle el pasillo.

Barça y Madrid se han enfrentado hasta en 162 ocasiones desde que empezó la Liga en la temporada 1928/29. De estos encuentros de máxima rivalidad, el conjunto blanco ha ganado 68 por 63 de los azulgrana. Además, ha habido 31 empates.

Sin embargo, desde la llegada de Guardiola al banquillo del Barcelona, el Real Madrid no ha vuelto a ganar al Barça en Liga. Además, el técnico ha visitado el Santiago Bernabéu en tres ocasiones en Liga, con dos victorias (2-6 y 0-2) y un empate (1-1), la temporada pasada.

Mourinho llegó al Real Madrid tras evitar que el Barcelona jugara la final de la Champions en Chamartín al eliminarle de las semifinales con el Inter. Es el enemigo público número uno en Barcelona, pero todavía no sabe lo que es ganarle en Liga. Si lo hiciera hoy, se podría comenzar a hablar de cambio de ciclo, al menos en el campeonato nacional.

Mourinho no olvida la manita de la temporada pasada. Llegaba crecido al Camp Nou, con su equipo líder, pero recibió un serio revés. Se vengaría en la final de la Copa del Rey, pero no pudo repetir éxito ni en Champions ni en la Supercopa de España. Todavía no se ha podido quitar esa espinita.

Por ello, el técnico lleva preparando concienzudamente el encuentro desde hace semanas. Ha cambiado su política de comunicación. Ya no hay ataques al eterno rival ni ruedas de prensa con declaraciones altisonantes. El partido está marcado en rojo porque sabe que es una oportunidad histórica.

Si el Real Madrid consigue irse al parón navideño con nueve puntos, la Liga estaría prácticamente sentenciada. En la Supercopa de España ya dio muestras de saber cómo jugarle al mejor Barcelona de la historia aunque el título se fuera a la Ciudad Condal. Es un partido que Mourinho no se puede permitir perder.

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