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Argentina soluciona sus problemas y estará en la Copa del Mundo de baloncesto

La Albiceleste está encuadrada en el grupo B, con sede en Sevilla, junto a Croacia, Filipinas, Grecia, Puerto Rico y Senegal.

Luis Scola (c), en rueda de prensa junto a Manu Ginóbili (i) y Pablo Prigioni. | EFE

Llega la tregua al baloncesto argentino, que llevaba varios días sumido en un cisma importante entre los jugadores más mediáticos del país, encabezados por Luis Scola, Manu Ginóbili y Andrés Nocioni, y la Confederación Argentina de Baloncesto.

Una escisión que, en el peor de los casos, podría haber dado con los argentinos fuera de la próxima Copa del Mundo de España 2014. La dimisión del presidente de la Confederación, Daniel Zanni, después de sólo 18 días en el cargo, y la noticia de que el secretario de Deportes del país, Carlos Espinará, supervisará toda la renovación en el ente federativo, ha llevado a los jugadores a ceder en sus amenazas de no acudir a España a disputar el título mundial.

La noticia surgió a raíz de unas explosivas declaraciones de Scola al periodista Hernán Sartori, que el diario Clarín publicó el pasado jueves, en las que el ala-pívot dejaba abierta la puerta a casi cualquier situación en las próximas semanas. La principal reivindicación de los jugadores era un cambio radical en la cúpula gestora de la Confederación, al considerar que ha aprovechado los éxitos de la llamada generación de oro del baloncesto argentino para beneficio personal y no para profesionalizar la estructura del deporte de la canasta en el país sudamericano, generando igualmente una enorme deuda en las cuentas de la Confederación.

Aunque Scola no usó la palabra corrupción en ningún momento de la entrevista, no es difícil entender que apunta directamente a ello. Tras varios años de cierto malestar y solicitud de auditorías internas por parte de los jugadores, las estrellas argentinas han explotado. Ni la dimisión hace un par de meses del expresidente Germán Vaccaro -al no entender la deuda de 2,5 millones de dólares-, ni la falta de profesionalización de la estructura federativa pese a todos los éxitos cosechados, como el oro olímpico en Atenas 2008, parecían argumentos suficientes como para frenar sus reivindicaciones.

Pero no sólo Scola se mojó. En una rueda de prensa el pasado viernes, la gran estrella de la Albiceleste y vigente campeón de la NBA con los San Antonio Spurs, Manu Ginóbili, reconoció que los jugadores preferían una profunda reforma estructural en el baloncesto en su país antes que seguir "embarrándose" y representando a una Confederación en la que no creen.

Ahora parece que por fin llega la paz, al menos momentáneamente, a la selección sudamericana, que al fin podrá centrarse sólo en preparar la Copa del Mundo.

No es la mejor forma de llegar a la Copa del Mundo la del equipo de Julio César Lamas, que además acude a España con dos ausencias importantísimas: a la ya conocida de Carlos Delfino se suma ahora la más que probable de Ginóbili, a quien los Spurs habrían prohibido disputar el torneo al no estar completamente recuperado de la fractura por estrés en el pie derecho.

Aún así, la selección sudamericana partirá a priori como una de las principales candidatas a evitar la final que todo el mundo desea, entre España y Estados Unidos. Polémicas internas al margen.

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