
El que ha sido entrenador del Real Madrid las tres últimas temporadas, Chus Mateo, pasó este domingo por la sintonía de Tirando a Fallar, el programa temático sobre baloncesto de esRadio, al que concedió una extensa entrevista en la que hizo balance de su etapa y reciente salida del club blanco.
Sobre su despedida, aseguró "no tratar de plantearme mucho si es justo o no; es una decisión en la que el club decide cambiar un poco el aire, y simplemente la acepto. No me pregunto demasiado las causas, creo que es mejor seguir adelante". Satisfecho con su periplo en la capital, donde ha ganado seis títulos, sí defendió que ha "disfrutado siendo tres años el entrenador principal del club, lo que ha sido un privilegio para mí porque soy madridista desde hace mucho tiempo". En esa misma línea, el técnico de 56 años presumió de que "en el futuro la gente verá que el entrenador del equipo que ganó la Euroliga en Kaunas era Chus Mateo", insistiendo estar "muy contento con el trabajo hecho" porque "los resultados muchas veces no justifican el trabajo, pero en este caso hasta los resultados lo hacen".
Mateo llegó al puesto de primer entrenador merengue tras la marcha de Pablo Laso, del que había sido ayudante desde 2014, en 2022. Sobre sus últimas semanas en el cargo, en el que ahora le reemplazará Sergio Scariolo, no obvió que "había un cierto un runrún", pero lamentó, crítico, que "lo había desde el primer minuto en que cogí el equipo, seguramente había gente que pensaba que no estaba a la altura del club". Una situación compleja que, argumenta, no cambió tras lograr cinco títulos en sus dos primeras campañas. "Nunca he llegado a sentir que el despido iba a ser inmediato, pero tampoco mucha seguridad por haber ganado la Euroliga hace dos años", radiografió, sin ocultar lo difícil que puede llegar a ser pensar a medio plazo en un club como el blanco. "Nunca ha habido tiempo, desde el primer día es algo con lo que he tenido que lidiar", agregó. Por todo ello, Mateo admitió haber "trabajado mucho a nivel mental, también con mi cuerpo técnico, tragando saliva muchas veces y mirando hacia adelante".
En su último ejercicio como técnico jefe del club de Concha Espina, el madrileño ha aumentado su palmarés con el reciente título de la Liga Endesa, en la primera temporada sin jugadores capitales como Sergio Rodríguez, Rudy Fernández, Fabien Causer, Vincent Poirier o Guerschon Yabusele en la plantilla. Por mor de esas bajas, explicó que "ha sido un año en el que hemos tenido que picar mucha piedra, porque sabíamos que el camino iba a través de mejorar mucho en defensa". Y respecto a su quehacer diario, Mateo sostuvo que "ha sido importante hacer que los jugadores creyeran en lo que predicaba, porque hemos conseguido un buen ambiente y un equipo que peleaba incluso llegando doce abajo a dos minutos del final y en campo contrario".
Seguramente, el momento álgido del ya exentrenador del Madrid en su paso por el equipo fue el citado título de la Euroliga de 2023. Lo definió como "extraordinario y mágico" al recordar las emotivas palabras de Edy Tavares sobre él pocos minutos después, que hicieron emocionarse al entrenador. "Había sido el MVP de la final, era su momento y lo normal es que hubiera hablado de él", agradeció, señalando que el discurso del caboverdiano "fue muy emocionante y le estoy muy agradecido por estos años, como a muchos otros compañeros". Igualmente, Mateo lamentó que su equipo no pudiera reeditar el título continental un año después. "Jugamos a un gran nivel toda la temporada, pero hicimos un mal tercer cuarto en la final y eso nos costó el título", lamentó.
Respecto a la exigencia de la Euroliga, que la próxima temporada aumentará a 20 equipos y tensionará aún más las fechas para todas las competiciones, comentó que "el calendario actual te exige ganar desde el primer día, en la Supercopa, hasta el último, por lo que apenas existen los picos de forma, pues la exigencia es máxima". Y sobre el citado mayor número de partidos para el inminente ejercicio, aceptó que "si quieres jugar la Euroliga, es lo que hay", pero no escondió que "está claro que 90 partidos en una temporada son muchos".

Por otro lado, cuestionado por su gestión en un vestuario que puede ser tan complejo en el día a día, Mateo explicó que "los entrenadores tenemos que asumir que cada jugador es de una manera, igual que los hijos, que ninguno es igual que el otro". Tras ello, reflexionó sobre el proceso de lidiar "con tantas personalidades variopintas y a veces extremas", subrayando que "es otra de las cosas de las que me voy orgulloso". En su opinión, "en el Real Madrid se necesita un entrenador que baje su perfil por el objetivo común. Que mire para otro lado, que no genere problemas y los resuelva sin hacer ruido, o que se calle ante algunos. Pero lo que no debe hacer el entrenador del Real Madrid es generar problemas, sí apagar fuegos. Mi abuela me decía ‘que se queme la casa pero que no salga el humo’, y muchas veces es lo que tienes que tratar de hacer", sostuvo.
Durante su paso por Tirando a Fallar, Mateo también tuvo tiempo para relatar sus inicios en el Colegio Agustiniano, en el que compatibilizo el baloncesto y el ajedrez, "en una mezcla que estoy seguro de que me ha ayudado a pensar como entrenador de baloncesto", aseguró. Eso sí, pronto se decantó por el mundo de la canasta. "Soy entrenador desde los dieciséis años, y lo recuerdo con mucho cariño porque es un lujo que tu hobby se convierta en tu profesión", valoró. Y respecto a su futuro, expuso en primer lugar su necesidad de "desconectar mentalmente" y de "disfrutar de mis hijos, pues los pequeños, que tienen seis y tres años, muchas veces se preguntan por qué su padre siempre está con la maleta y el traje puesto". Eso sí, no se cerró las puertas a valorar ninguna propuesta que le pueda llegar. "Siempre que sea un proyecto ilusionante, sea donde sea, porque en esta vida hay que ser feliz y el baloncesto a mí me hace feliz", indicó, si bien defiende sentirse listo para proyectos de enjundia. "Por supuesto que, cuando has entrenado al Real Madrid, te sientes preparado para retos muy importantes, en la Euroliga en concreto", mantuvo, antes de cerrar la entrevista asegurando que, en su paso por el Real Madrid, club en el que ha estado, en diferentes puestos, más de dos décadas, "siempre he tratado de hacerlo lo mejor posible, sobre todo por la responsabilidad que sentía hacia la afición".

