
El Barça ha hincado la rodilla en Stamford Bridge ante un gran Chelsea (3-0). Los culés, que jugaron toda la segunda parte con uno menos por la expulsión de Ronald Araújo antes del descanso, se vieron superados por un rival más intenso, más ordenado, más físico y, sobre todo, más competitivo en una noche que deja a los azulgranas bastante tocados, lejos del Top 8 en la Champions. No es solo la derrota: es la sensación de inferioridad, de bloqueo emocional y de repetición de errores que ya se han vuelto marca de la casa.
El guión del naufragio empezó a escribirse muy pronto. A los cuatro minutos, Enzo Fernández mandaba el balón a la red tras una acción fabricada con la mano por Fofana. El VAR, esta vez sí, estuvo del lado blaugrana. Fue un alivio efímero, una tregua antes de que la realidad se impusiera. Stamford Bridge, ese escenario convertido en tormento para el barcelonismo, donde queda ya muy lejos el Iniestazo, ha vuelto a recordar a los culés que no es territorio para blandos.
El gol anulado al Chelsea por mano.#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/RCKBiAynLi
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Los culés amagaron con amoldarse al partido. Peloteo controlado, intención de sacar la cabeza del agua, algo de pausa en medio del empuje inglés. Incluso dispusieron de la mejor ocasión del primer acto: Ferran Torres, solo ante Robert Sánchez, falló lo que no se puede fallar. Ese error, en un feudo tan hostil, fue medio partido. Y en noches así, el Barça no tiene margen para malgastar nada.
Si algo necesitaban los azulgranas era serenidad. Pero lo que llegó fue un terremoto. Araújo, que debería ser sostén y se está convirtiendo en problema recurrente, volvió a aparecer en la foto equivocada. Primero vio una amarilla absurda por protestar; después, cuando el descanso asomaba y el marcador era de 1-0 -merced al tanto de Koundé en propia meta-, entró a destiempo sobre Marc Cucurella. Segunda amarilla clarísima. Los suyos, una vez más, condenados a remar en inferioridad por un error de precipitación del capitán.
🟥 La expulsión de Araujo. #UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/Ly5F6C0j2M
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Con diez, el Barça quedó a merced del Chelsea. Y lo que vino tras el descanso fue una cacería deportiva. Los de Enzo Maresca olieron la sangre, incrementaron revoluciones y se lanzaron a cerrar un encuentro que siempre había tenido color azul. En el 51’, otro gol anulado —esta vez a Garnacho por fuera de juego— avisaba de lo que estaba por venir. La zaga culé, convertida en centro de alto rendimiento defensivo para Pau Cubarsí y Joan Garcia, resistía lo que podía, pero las grietas eran inevitables.
El golpe definitivo llegó en el 54’. Frenkie de Jong, lento y errático, regaló un balón criminal en salida. Estevao, una locomotora adolescente, la mayor promesa en la actualidad del fútbol brasileño, encaró a Cubarsí, lo superó con una acción eléctrica y fusiló al meta culé. El 2-0 fue tan lógico como doloroso. Balde llegó tarde, el centro del campo no existía y los delanteros eran sombras desconectadas del resto: horrible partido de Lewandowski y Lamine Yamal, inexistentes en la noche londinense.
💎 El Chelsea tiene un 𝐝𝐢𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞.
𝐄𝐬𝐭𝐞𝐯𝐚𝐨 hace el segundo. #UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/pQcgK7uRAn
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A partir de ahí, el Barça se partió en dos. Un equipo largo, descompuesto, obligado a correr detrás del balón sin la más mínima opción de morder arriba. Ni presión, ni transiciones, ni amenaza... ni nada de nada. El Chelsea, sin grandes alardes, olió el miedo culé y gobernó cada metro del campo. Joan Garcia firmó algunas intervenciones de mucho mérito, sobre todo una en el 70’ ante Pedro Neto tras un mano a mano que olía a sentencia anticipada.
Pero el 3-0 cayó igual. Y con justicia. En el 74’, una transición fulgurante acabó con Liam Delap definiendo tras una asistencia de Enzo Fernández, imperial toda la noche. El VAR revisó el fuera de juego, pero no había salvación. El marcador reflejaba lo evidente: un Chelsea arrollador y un Barça incapaz de competir en la alta montaña europea.
La recta final fue un ejercicio de supervivencia. Cubarsí volvió a salvar un gol cantado ante otro eslalon de Estevao, Joan Garcia sacó una mano providencial ante Enzo Fernández… y poco más. En ataque, el vacío absoluto. El cabreo visible de Lamine al ser sustituido en el 80’ reflejó la frustración de un equipo impotente, sin chispa y sin alma.
Y mientras el Chelsea acariciaba la clasificación directa, el Barça salía de Londres con un equipaje pesado: derrota contundente, malas sensaciones y la certeza de que el pase directo a octavos se ha complicado de forma dramática.
Con siete puntos tras cinco jornadas, los de Flick necesitan un pleno de victorias en las tres fechas restantes para soñar con un billete directo. La teoría lo permite; la práctica, vista la actuación en Stamford Bridge, lo desmiente con contundencia. Porque no se trata solo de perder. Se trata de caer sin competir, de repetir errores de concentración, de falta de oficio, de carencias estructurales que se agravan en escenarios grandes. Falta liderazgo, falta colmillo y, de momento, falta poso europeo. Lo que sobra es miedo.
La noche en Londres confirmó una realidad incómoda: este Barça todavía está lejos de jugar en la mesa de los gigantes. Stamford Bridge volvió a convertirse en infierno. Y los culés volvieron a salir chamuscados ante el campeón del Mundial de Clubes, un Chelsea que, a la chita callando y sin las alaracas de otros grandes (Bayern, Paris Saint-Germain...), está demostrando que puede ser firme candidato a ganar la Champions en 2026.
Ficha técnica
Chelsea, 3: Sánchez; Gusto (Andrey Santos, m.46), Chalobah, Fofana, Cucurella; James (Acheampong, m.82), Caicedo, Enzo; Estevao (George, m.82), Garnacho (Delap, m.59) y Neto (Gittens, m.76)
FC Barcelona, 0: Joan García; Koundé, Araujo, Cubarsí, Balde (Martín, m.79); García, De Jong, Fermín (Christensen, m.62); Lamine (Olmo, m.80), Torres (Rashford, m.46) y Lewandowski (Raphinha, m.62)
Goles: 1-0. Koundé, p.p, m.24, 2-0. Estevao, m.55 y 3-0. Delap, m.73.
Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia) amonestó a Gusto (m.40) y Maresca (m.52, fuera del campo) por parte del Chelsea. Expulsó por doble amarilla a Araujo (m.32 y 44) por parte del Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga de Campeones disputado en Stamford Bridge (Londres)

