El Atalanta, siempre al ritmo de su estrella Papu Gómez, es un auténtico tormento en ataque, aunque también tiene sus agujeros en defensa. Hateboer abrió la lata al cuarto de hora y, a partir de ahí, reaccionó un Valencia que tuvo buenas ocasiones para haber empatado, como un remate de Ferran al palo o un disparo cruzado de Guedes ante el marco defendido por Gollini.
No llegó el 1-1 y sí el 2-0, obra de Ilicic poco antes del descanso, al conectar el esloveno un gran disparo ante el que nada pudo hacer un Jaume Doménech que antes, al principio del encuentro con 0-0 en el luminoso, se había lucido con un paradón a Pasalic.