No estaba descubriendo América Luis cuando, justo antes del partido contra Dinamarca, afirmó que España ya había fallado todo lo que podía fallar. La selección ha fallado más que una escopeta de feria en un Grupo de clasificación, el F, flojito, flojito, flojito. En un mes (6 de septiembre y 7 de octubre del año pasado) España falló ante Irlanda del Norte (3-2) y Suecia (2-0). Esas dos derrotas han marcado –y aún marcan– la trayectoria de la selección nacional en un Grupo que completan equipos como Dinamarca, Letonia, Islandia y Liechtenstein, selección que no cuenta absolutamente para nada y contra la que debutó con goleada (4-0) el pasado 2 de septiembre. Otro tropiezo, un nuevo resbalón más, y España se quedaría merecidamente fuera de la Eurocopa de 2008.
Si Jensen, un veterano de la guerra del Vietnam, hubiera tenido un poquito más de cabeza, Dinamarca no se habría quedado tan pronto con diez jugadores sobre el campo y España lo habría pasado fatal. Pero el caso es que Jensen nos hizo el favor del día y el partido, que hasta el minuto veinte había sido danés, pasó a ser español por el simple hecho de que Olsen ordenó a sus jugadores irse cinco metros para atrás. La selección se creció y, fruto de la superioridad numérica, llegaron los goles de Morientes y Villa: Iniesta dejó sólo al "moro", que finalizó la jugada muy bien, mientras que el "guaje" engañó a Gravgaard con un regate imposible. 2-0 y a la ducha, aunque España no había jugado bien.
Pero, con diez y todo, Dinamarca salió como un vendaval en la segunda parte. En el minuto 47 el otro Jensen estrellaba un balón en el palo de Casillas y en el 48, quién sabe si para resarcirse del segundo de España, Gravgaard batía la portería de Iker: 2-1 y a sufrir.