El piloto español Carlos Sainz logró el pasado domingo en el circuito de Silverstone la victoria más importante de su carrera al imponerse en el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula Uno, firmando así su primer triunfo en la categoría reina del automovilismo mundial.
Una victoria no exenta de polémica que ha provocado un auténtico terremoto en Ferrari, pues su compañero Charles Leclerc y el equipo de mecánicos de éste montaron en cólera al ver amenazado su liderato en la Scuderia ante el enorme talento que derrocha el madrileño.
Leclerc, que ni celebró el triunfo de Carlos y ni siquiera le felicitó, considera que las decisiones de Ferrari en Silverstone le perjudicaron. El monegasco argumenta que estuvo varias vueltas con mejor ritmo y pedía que Carlos le dejara paso libre para avanzar, pero según él Ferrari tardó mucho en tomar esta decisión y perdió ventaja en la carrera.
Además, cuando apareció el safety car en la vuelta 39, el piloto del Principado fue el único que no entró a boxes a cambiar los neumáticos y se quedó con los duros, mientras todos los demás usaban los blandos, lo que le acabaría costando el primer puesto en la carrera que fue para Sainz —Leclerc, por su parte, acabó en cuarto lugar y por tanto fuera del podio—.
La prensa deportiva italiana lleva varios días haciendo sangre con las decisiones de Ferrari, especialmente la de hacer parar a Carlos Sainz, y siguen alimentando el debate sobre quién es ahora el primer piloto en la escudería de Maranello. Sin embargo, el propio deportista madrileño se ha encargado de cerrarlo en vísperas del Gran Premio de Austria, este fin de semana en el circuito Red Bull Ring de Spielberg, asegurando que es un triunfo para el equipo.
"Ferrari ganó y yo gané, así que en ningún casi fue una decisión equivocada", sentenciaba Sainz este jueves en rueda de prensa. "Es cierto que Charles quedaba en una situación comprometida, pero a cambio le permitía a Ferrari tener una posición clara para ganar la carrera, que es el primer objetivo", argumentaba el madrileño.
La frase de "stop inventing", que ya se ha hecho famosa, cuando le dijeron que dejara la distancia de 10 coches entre él (segundo) y Leclerc (primero), se vio justificada luego. "Yo tenía ruedas nuevas, me fue muy fácil pasar a Charles y creo que en el equipo entendieron mi respuesta y mis argumentos", zanjaba sobre cualquier tipo de polémica interna en estos días y dejando entrever que es sólo mediática.
Carlos reconoce que, el pasado domingo, el briefing (reunión tras la carrera) celebrado en Silverstone fue "mas corto de lo normal porque tuvo lugar antes de la foto de familia y Charles tenía control antidopaje... Y fue como siempre, entre caballeros. La reunión fue normal, como debería ser. Tanto después de una carrera normal como de una no tan normal. Si algo nos caracteriza en Ferrari es el espíritu de equipo, el respeto entre compañeros y todas las cuestiones están bajo control", apuntaba Sainz.