Tevez, el niño que escapó del gueto y logró ganarse a todo un pueblo

Carlos Tevez, también conocido como el Apache se ganó a pulso ser "el jugador del pueblo". Nacido en la zona bonaerense de La Ciudadela, al noroeste de la capital argentina, el joven Carlitos comenzó a dar sus primeros pelotazos en Ejército de los Andes, el barrio de su niñez, también llamado "Fuerte Apache". Barrio humilde, cuando cae el sol se convierte en una auténtica ciudad sin ley.

"Sentía miedo muchas veces. Cuando era chico recuerdo estar acostado en la cama una noche con mis hermanos y padres y escuchar balazos y gritos apenas del otro lado de nuestra ventana. Así era. Ni se te pasaba por la cabeza salir de casa cuando oscurecía", aseguraba el gaucho en una entrevista a The Times.

A los diez meses de edad, una jarra de agua caliente cayó sobre él, ocasionándole quemaduras de tercer grado. Tras casi dos meses ingresado en un hospital, se pudo salvar milagrosamente. Las quemaduras le ocasionaron vistosas cicatrices que rehusó quitarse más tarde mediante una operación estética, cuando ya triunfaba como futbolista; Tévez no olvida sus orígenes.

Cuando Carlitos salió del hospital, sus tíos maternos entraron en escena. Viendo el futuro que le esperaba, Adriana Martínez y Segundo Tevez le adoptaron y le llevaron a vivir con ellos a su casa en la Torre 1 del Fuerte Apache, cercana al temido Nudo 14.

A partir de ahí, Carlitos fue uniéndose cada vez más a su familia adoptiva y dejando atrás a la biológica. Abandonado por su madre al nacer, a los cinco años de edad Carlitos tuvo que enfrentarse a la muerte de su padre, quien fue asesinado en un tiroteo en el peligroso barrio bonaerense. Casi veinte años más tarde se desvincularía finalmente de su único hermano biológico, Juan Alberto, al ser detenido éste cuando trataba de asaltar un camión blindado.

Patear descalzo una piedra a modo de balón.

A los seis años, llegaría su primera oportunidad. El cazatalentos de las divisiones inferiores de All Boys entró a Fuerte Apache buscando tigres que ganaran en la cancha. De todos los chicos que jugaban, Carlitos fue quien llamó su atención al ver su forma de moverse y patear descalzo una piedra a modo de balón.

El representante de All Boys fue hablar derechito con los padres adoptivos del muchacho para tratar de convencerles. "No te lo puedo mandar –al All Boys- porque no tiene zapatillas", alegó Segundo Tevez, albañil sin apenas recursos. "Le puedo conseguir unas prestadas, déjamelo llevar, yo paso todos los días a buscar jugadores del Fuerte para llevar a All Boys (…) te lo llevo y te lo vuelvo a traer", le respondió seguro de sí mismo el cazatalentos, consciente del potencial de Apache.

Una carrera meteórica

Una vez dentro de las categorías inferiores, Carlitos pudo despuntar con sus actitudes: su juego técnico, la manera de proteger el balón, la fiereza con la que luchaba cada jugada; era muy superior a la media. Durante esos años, el joven Carlos forjó y ligó su personalidad al mundo del balón, deporte que le alejaría de las calles turbias de Fuerte Apache. Tras arrasar durante su carrera deportiva en las categorías juveniles, su fama empezó a crecer.

Acogió el apellido de su padre adoptivo para esquivar una disputa entre el Boca y el All Boys.

El entonces presidente del Boca, Mauricio Macri, hoy líder de Propuesta Republicana (centro derecha liberal) y que aspira a llegar a la Casa Rosada en 2015, vio en Tevez al delantero que necesitaba para ganar en las categorías inferiores. Finalmente, Macri consiguió fichar a Carlitos, aunque sin mediar acuerdo con su equipo anterior. Es por ello, por lo que Boca sugirió a Carlos Martínez, a los doce años de edad, acoger el apellido de su padre adoptivo, Segundo Tevez, para esquivar así la disputa "técnico-legal" con Al Boys.

Su estreno

Tras ser traspasado en 1997, Carlos Tevez se formaría en el Boca a la vez que continuaba con sus estudios. El gaucho daría el salto a la Liga profesional el 21 de octubre de 2001, con derrota para el equipo de la Bombonera; Einsten también sacó malas notas en la adolescencia, debió pensar tras el partido.

Carlitos, gracias a su esfuerzo, se convertiría finalmente en uno de los delanteros más cotizados del planeta. Con casi una veintena de títulos a sus espaldas, Tevez puede sacar pecho de títulos tales como la Champions League con el Manchester United, la Copa Libertadores con el Boca o triunfar en la liga nacional brasileña con el Corinthians. El hoy jugador de la Juventus levanta un trofeo inalcanzable para el resto: conseguir escapar del gueto Fuerte Apache y conquistar a todo un pueblo.