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Erling Haaland, en el nombre del padre

21 años después de que una entrada de Roy Keane terminara con la carrera de su padre, Erling Haaland ficha por el Manchester City.

21 años después de que una entrada de Roy Keane terminara con la carrera de su padre, Erling Haaland ficha por el Manchester City.
Imagen de la entrada de Roy Keane a Alfie Haland (i) y de Erling Haland aún con el Borussia Dortmund. | Archivo

El 21 de abril de 2001, durante el derbi de Manchester que enfrentaba al United y al City, se produjo una de las escenas más desagradables del fútbol británico reciente. Roy Keane, por entonces capitán de los red devils, cometió una feroz entrada, sin balón y con los tacos por delante a la altura de la rodilla, sobre un futbolista rival. Una entrada que se saldó con la expulsión del centrocampista irlandés (tres partidos de sanción), y la lesión en la rodilla del futbolista noruego. Una lesión de la que nunca terminaría por recuperarse. Se retiraría del fútbol dos años más tarde.

"Había esperado mucho tiempo. Le golpeé jodidamente duro. El balón estaba allí, creo. Toma esta, bastardo. Y no vuelvas a mirarme burlándote de falsas lesiones", publicaría Keane en su autobiografía. Una confesión que le costaría una nueva sanción, en este caso de cinco partidos y 200.000 euros.

Esta historia de venganza se remonta a casi cuatro años atrás. Los dos mismos futbolistas se enfrentaron en un duelo entre Manchester United y Leeds United. Tras una falta de Roy Keane éste se fue al suelo retorciéndose de dolor. Se había roto el ligamento cruzado. Pero para el futbolista noruego su rival tan solo estaba fingiendo. Algo que le recriminó vehementemente mientras estaba en el suelo. Un suceso que Keane no olvidaría jamás. "A la mierda con él. Lo que va, vuelve. Él me pegó a mí una y mi actitud es ojo por ojo. Recibió su justa recompensa".

Ese futbolista noruego del Leeds primero y del Manchester City después era Alf Inge Haaland. El padre y asesor de Erling Braut Haaland.

Ahora, el que es sin duda uno de los mejores delanteros del planeta, ha fichado por el Manchester City. Varios serán los motivos que habrán llevado al futbolista a escoger su nuevo destino, con todos los grandes de Europa deseando hacerse con sus servicios. El salario, el proyecto deportivo, su posible mejor adaptación al fútbol inglés… Pero seguro que la figura de su padre y su pasado como citizen habrá tenido algo que ver. Y la historia de Alfie Haaland con Roy Keane, probablemente, también.

Roy Keane sigue manteniendo, pasados más de 20 años de aquel capítulo, que no se arrepiente de haberlo hecho. De haberle lesionado. De haber terminado con su carrera. Que lo merecía.

En 2003 Haaland, el padre, denunció por casi 10 millones de dólares a Keane por su lesión. Perdió el juicio, al no poder demostrarse que su retirada fuera causada por aquella entrada. "Llevaba 8 años sin lesionarme, y aquellos fueron mis últimos 90 minutos. Luego me enteré que lo había hecho adrede. Fue algo realmente malo para mí, y me parece muy triste para el fútbol", declararía.

Ahora Haaland, el hijo, tendrá la oportunidad de vengarse de la mejor manera posible: en el césped y, esta vez sí, con un balón de por medio.

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