
A sólo cuatro días del comienzo de la Copa del Mundo en Qatar, los equipos están llegando a Doha, así como también periodistas como Rasmus Tantholdt. Este periodista danés se encontraba en medio de una emisión en directo para la cadena de televisión nacional danesa TV2. Al comenzar su directo en el centro de Doha, frente a una rotonda, los guardias de seguridad qataríes llegaron en un pequeño coche para impedir que su cámara siguiera grabando.
Los agentes qataríes quisieron interrumpir la emisión poniendo las manos delante de la cámara y amenazando a los periodistas daneses, Rasmus Tantholdt y su cámara: "¿Por qué no podemos filmar si esto es un lugar público?". En el vídeo se muestra cómo el periodista enseña su acreditación y explica por qué está allí, en inglés. Mientras tanto, uno de los guardias de seguridad amenaza con romperle la cámara.
We now got an apology from Qatar International Media Office and from Qatar Supreme Commitee.
— Rasmus Tantholdt TV2 (@RasmusTantholdt) November 15, 2022
This is what happened when we were broadcasting live for @tv2nyhederne from a roundabout today in Doha. But will it happen to other media as well? #FIFAWorldCupQatar2022 pic.twitter.com/NSJj50kLql
"Puedes romper la cámara. ¿Quieres romperla? Adelante", dice Rasmus Tantholdt. Ante la repercusión de este vídeo, ampliamente difundido en las redes sociales y que implicaba a Qatar, el periodista dijo haber recibido una disculpa. "Ahora hemos recibido una disculpa de la Oficina Internacional de Medios de Comunicación de Qatar y del Comité Supremo de Qatar. Esto es lo que ha ocurrido cuando transmitíamos en directo desde una rotonda hoy en Doha. Pero, ¿pasará lo mismo con otros medios de comunicación?", escribió el periodista danés en Twitter.
El Comité Supremo de Qatar se disculpó en un comunicado, alegando que fue un malentendido: "Después de inspeccionar la acreditación válida del equipo y el permiso de filmación, la seguridad del lugar pidió disculpas a la emisora antes de que el equipo reanudara su actividad".
Se trata de otro escándalo más que rodea a Qatar, estos días ya se viralizaron los vídeos de aficionados falsos contratados para apoyar a las selecciones más potentes. Algo que Qatar desmintió a pesar de las evidencias. Ahora es la libertad de expresión la que se ve afectada en un Mundial que, de momento, está pasando a la historia por lo que sucede fuera del campo.

