Locura y colapso absoluto en Buenos Aires con la celebración de Argentina: los jugadores fueron evacuados en helicóptero

La campeona del mundo ya está en suelo argentino. La expedición albiceleste aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza en la madrugada del lunes al martes y decenas de miles de personas estaban esperando para recibir a los jugadores. Este martes 20 de diciembre ha sido declarado festivo nacional para que todos los argentinos puedan celebrar el título que no conquistaban desde 1986.

La situación es de locura absoluta y sin precedentes en Argentina. Se espera que más de 4 millones de personas se reúnan en el centro de Buenos Aires para festejar la llegada de los jugadores con la ansiada Copa del Mundo. Tal ha sido el colapso de las calles y de las autopistas, que los jugadores han tenido que ser evacuados en helicóptero una vez el autobús no podía avanzar.

Las imágenes están dando la vuelta al mundo y es que, desde la madrugada, las calles de Buenos Aires están totalmente colapsadas. El autobús con la expedición ha tenido que cambiar varias veces de itinerario y avanza lentamente hacia el Obelisco.

La primera parada fue el cuartel general de la AFA, en plena madrugada. Las altas horas de la noche no fueron obstáculo para que miles de personas acompañaran a Leo Messi y a los suyos.

Tras la parada en la AFA, empezaba la rúa oficial hacia Buenos Aires. Después de tres horas de travesía, el autobús sólo había recorrido 13 kilómetros de carretera ante la multitud de gente.

Se veía a los integrantes de la albiceleste alegres y felices durante su recorrido, con Messi y Di María compartiendo una jarra con bebida y recibiendo baños de espuma de los hinchas apostados en los bordes de la carretera.

Una alegría que contrasta con la confusión experimentada durante toda esta mañana en el centro de la capital, debido a las modificaciones del itinerario emprendido por la campeona del mundo. Un itinerario que finalmente ha sido más corto de lo previsto por los dos aficionados que saltaron al autobús.

La selección optó por cambiar de rumbo ante las concentraciones masivas, provocando un caos generalizado en las calles, con miles de personas que protagonizaban varias carreras de un lado hacia otro, entre cánticos eufóricos y algunas caras largas ante la posibilidad de no ver a los protagonistas. Todo terminó con la decisión de suspender la rúa una vez las autoridades entendieron que la situación era demasiado caótica.

Argentina, liderada por un colosal Leo Messi, obtuvo su tercer título mundial, después de los conseguidos en 1978 y 1986, en la mejor final de la historia de los mundiales.