
El sueño saudí le ha durado muy poco a Karim Benzema. El galo busca salir como sea de la cárcel de oro en la que se encuentra atrapado. No quiere jugar más en el Al-Ittihad ni en ningún otro equipo saudí. Está desesperado por volver a Europa.
El motivo que expone ante los dueños del club árabe para conseguir que le abran la puerta son personales. No puede con la presión.
El antiguo jugador del Real Madrid, de 36 años, está en el centro de las críticas por su bajo rendimiento en su nuevo club. Estuvo de vacaciones más de tres semanas, un periodo en el que desactivó su cuenta Instagram -seguida por 76 millones de personas- y volvió a Yeda el pasado jueves con 17 días de retraso.
Al día siguiente, tuvo lugar una reunión "acalorada" sobre el futuro del Balón de Oro 2022, entre el consejo de administración del club, el técnico Marcelo Gallardo y Benzema, señaló esta fuente.
Desde su regreso, el delantero se entrena "solo" y no ha viajado con sus compañeros a Dubai para una concentración por "razones disciplinarias".
Esta temporada Benzema ha marcado nueve goles y ha dado cinco pases decisivos, lejos de su antiguo compañero Cristiano Ronaldo, con 20 dianas y 9 asistencias con Al-Nassr.
El Al-Ittihad, séptimo de la Saudi Pro League tras tres derrotas consecutivas, es el equipo que ha encajado más goles en el campeonato y que menos ha marcado de los cuatro equipos que están en manos del Fondo de inversión pública (FIP).
Benzema, que ha recibido ofertas del Manchester United y Arsenal, junto al Olympique de Lyon, tendrá complicado salir de su actual club, ya que su marcha sería como un fracaso del faraónico proyecto que tienen entre manos las autoridades saudíes.
