
A pesar de lo que algunos podían predecir, Cristiano Ronaldo está muy vivo en Arabia Saudí y continua agrandando su leyenda partido a partido. En el último encuentro que disputó volvió a anotar y así suma ya 926 goles en toda su carrera. A sus 40 años parece que nadie le detiene en su objetivo de legar a los 1.000 goles, que le convertiría en el máximo goleador en la historia del fútbol profesional. Pero hay que matizar que es en el fútbol masculino ya que hace muchos años una mujer logró alcanzar esa cifra. Ella es Lilly Parr.
Esto puede que sorprenda a más de uno pero, contrario a lo que la mayoría puede pensar… el pichichi del fútbol inglés de todos los tiempos no es Alan Sheare, ni Wayne Rooney, ni Andy Cole sino una mujer. Debemos recordar que el fútbol nunca ha sido cosa solo de hombres y prueba de ello es Lily Parr, que marcó casi 1.000 goles en una carrera que se extendió durante más de 30 años. Ella es de las primeras futbolistas reconocidas como tal en la historia... por lo que Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Megan Rapinoe y compañía deben agradecer el valor de mujeres como Parr.
Pero, ¿quién fue Lily Parr? Lily Parr nació el 26 de abril de 1905 en un barrio de Saint Helens, en el condado de Merseyside. De pequeña solía jugar al fútbol y al rugby junto a sus seis hermanos en el patio trasero de su casa pero pronto acabaría decantándose por el fútbol. Recordemos que cuando los hombres fueron a luchar en la Primera Guerra Mundial, las mujeres fueron llamadas por las fábricas de munición de Gran Bretaña por el poco personal que tenían. Y, durante las pausas para el almuerzo las mujeres se dedicaban a dar patadas a una pelota de fútbol, entre ellas estaba Lily Parr.
Así, la Primera Guerra Mundial sirvió para que en Gran Bretaña creciera el interés por el fútbol femenino. Tanto que la empresa de munición de Preston Dick, Kerr & Co fundó un club. El Dick, Kerr’s Ladies atraía muchos aficionado, de hecho, recordemos el famoso evento del 26 de diciembre de 1920 en Goodison Park, donde se registraron 53.000 espectadores. En esa época los equipos femeninos y masculinos jugaban mezclados y Parr se ganó la fama de disparar el balón tan fuerte como cualquier jugador masculino. Su primer club fue su local St Helen’s Ladies Team.
En 1919, el equipo de Dick, Kerr Ladies se enfrentó al St Helens Ladies. Perdieron 6-1, pero aún así le ofrecieron a Parr y a su compañera Alice Woods un lugar en el equipo y un trabajo en la fábrica. Según los informes de la época, Frankland acordó pagar a Parr 10 chelines cada vez que jugara para el equipo, y un pago adicional de un paquete de cigarrillos Woodbine.
Lily comenzó su etapa en el Dick, Kerr’s Ladies a los 14 años. Fue en el New Year’s Day de 1921 cuando jugó como extremo por primera vez, y anotó un hat-trick al Rest of Lancashire Team. Durante su carrera, jugó alrededor de 437 partidos, con 424 victorias. De acuerdo con un artículo de la BBC, Lily anotó 43 goles en su primera temporada y en total más de 900 goles entre 1919 y 1951. Aunque otras fuentes incluso elevan su registro goleador a 108 en su primer año y a 986 tantos en total, es complicado saber cuáles son los datos correctos ya que no existen datos oficiales.
Fábricas, mujeres y fútbol
Debemos recordar que fue en 1848 cuando comenzó el fútbol en Gran Bretaña. Y, cuando estalló la Primera Guerra Mundial los jugadores escaseaban ya que muchos se habían ido a luchar al frente. Por ello, la FA tuvo que suspender los partidos a mitad de la temporada. La escasez de mano de obra también afectó a las fábricas, lo que obligó a muchas mujeres a ingresar por primera vez al mundo laboral para mantener las industrias en funcionamiento, fabricando municiones y equipos para la guerra. Estas mujeres fueron conocidas como "municioneras".
Pero eran mucho más que simples "municioneras" ya que además se animaron a practicar deportes como el fútbol. Si bien, al principio esto se consideraba algo inapropiado para las mujeres, el fútbol se convirtió en una forma de mantenerse saludables y de disfrutar del tiempo libre. Así nacieron varios equipos de fútbol femenino en distintas localidades industriales de Inglaterra, como el Ruston Aircraft Girls y el Lincoln Munition Girls.
La prohibición del fútbol femenino
El número de equipos de fútbol femenino continuó creciendo hasta 1921, cuando la Asociación Inglesa de Fútbol prohibió a los clubes femeninos competir en canchas profesionales. Por ello, en 1922 el Dick, Kerr Ladies, club en el que militaba Lily Parr, realizó una gira por Norteamérica. Jugaron nueve encuentros en Estados Unidos; ganaron tres, empataron tres y perdieron otros tres contra equipos masculinos de divisiones mayores. En 1923, después de que las Dick Kerr volvieran de la gira por Estados Unidos y sin posibilidad de jugar regularmente por la prohibición que seguía rigiendo sobre el fútbol femenino, el equipo se fue desarmando.
En 1926, la fábrica fue comprada por una empresa eléctrica y los nuevos dueños decidieron que no apoyarían el fútbol femenino. Pero Parr continuó en el club, incluso tras perder el patrocinio de la empresa, y ser refundado como Preston Ladies. Parr dejó su trabajo en la fábrica y se dedicó a enfermera en un hospital psiquiátrico en Whittingham. Continuó jugando para el Preston Ladies, donde incluso fue parte de una gira por Francia, hasta su retiro del fútbol en 1951.
Reconocimiento tardío
En 2002 Lily Parr recibió el reconocimiento que merecía, siendo la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Fútbol Inglés en el Museo Nacional de Fútbol de Manchester. Además, en 2019, se erigió una estatua en su honor, recordando su legado y sus contribuciones al fútbol femenino. Y en gran parte el fútbol femenino es lo que es en este momento debido al esfuerzo de las pioneras como Lily Parr y las municioneras durante la Primera Guerra Mundial.

