
El 16 de julio es un día especial para Uruguay pues les permite recordar la victoria frente a Brasil en el Mundial de 1950. El conocido como el ‘maracanazo’. 75 años han pasado ya de uno de los episodios más emblemáticos y recordados en la historia del fútbol mundial. El ‘maracanazo’ es un término que ha trascendido generaciones y fronteras, el motivo es que la victoria uruguaya frente a 200.000 espectadores es algo que nunca se ha repetido en la historia del fútbol.
Pero no solo eso, sino que el contexto de aquel partido era único. Brasil, país anfitrión, llegaba como claro favorito y solo necesitaba un empate para consagrarse campeón del mundo por primera vez… Todo lo que sucedió después fue la construcción de un mito, con los brasileños, como actores principales. El conjunto brasileño iba tan confiado que incluso la celebración estaba casi preparada: tanto que los periódicos ya proclamaban a Brasil campeón y la ciudad se vestía de fiesta. Uruguay, en cambio, era visto como el invitado incómodo, el rival menor que debía resignarse ante el local.
No obstante, el fútbol es impredecible y no siempre sale como uno desea… Cierto es que Brasil se adelantó en el marcador pero Uruguay, con figuras como Obdulio Varela, Juan Alberto Schiaffino o Alcides Ghiggia, logró remontar el partido y se impuso 2-1. Pero, ¿cómo fue este Mundial? ¿Qué sucedió en el encuentro?
No hay que pasar por alto que en esa edición del Mundial, no hubo una final como tal. En lugar de eso, se jugó una liguilla final entre cuatro selecciones: Brasil, Uruguay, Suecia y España. El último partido del grupo era entre Brasil y Uruguay, y se convirtió, de facto, en una final, ya que: Brasil había goleado a Suecia (7-1) y a España (6-1) por lo que solamente necesitaba empatar para coronarse campeón del mundo. El motivo es que, a su vez, Uruguay había empatado con España (2-2) y vencido a Suecia (3-2), por lo que necesitaba ganar sí o sí para superar a Brasil en puntos.
🗣️ "Los de afuera son de palo".
Revive Maracanazo de @Uruguay de la #CopaMundialFIFA 1950. 🇺🇾🏆 pic.twitter.com/UTsmtqUgoX
— Mundial de Clubes FIFA 🏆 (@fifaworldcup_es) November 19, 2024
"La Copa era nossa", se escuchaba en los medios de comunicación, los días previos al partido y era el runrún en Maracaná durante el encuentro. El gol de Friaça, para el 1-0 de Brasil desató la locura carioca. Pero luego, el empate de Schiaffino, y " la Copa ainda era nossa". Pero de pronto, en un frenético giro, el gol de Ghiggia para Uruguay, el 2-1, y "corazón de Brasil, para", y luego todo silencio. Jules Rimet con la copa, buscando al capitán Obdulio Varela para entregársela, en medio de un protocolo hecho trizas. Las lágrimas en la cancha, las lágrimas en la tribuna.
Un antes y después en el fútbol mundial
El Maracanazo no solo marcó un antes y un después en la historia deportiva de Brasil, sino que también tuvo consecuencias sociales y culturales. A partir de ahí, el país cambió el color de su camiseta, abandonando el blanco por el amarillo, y el término ‘maracanazo’ pasó a simbolizar cualquier derrota inesperada y dolorosa sufrida en casa. Para Uruguay, en cambio, fue una gesta heroica, una hazaña que consolidó su identidad futbolística y nacional.
Pero lo que sucedió ahí, en estos 75 años, ha sido objeto de análisis, relatos y homenajes. Tan importante fue que se ha convertido en una metáfora de la capacidad de los pequeños para vencer a los grandes, del poder de la resiliencia y la sorpresa en el deporte. El Estadio Maracaná quedó para siempre ligado a ese episodio, que aún hoy es recordado y debatido en ambos países y en todo el mundo futbolístico.
75 aniversario, pocos quedan que lo cuenten
Los protagonistas de esta increíble historia han ido abandonando el plano terrenal poco a poco, el último en irse fue el héroe del segundo gol, Alcides Edgardo Ghiggia, Sorprendentemente fallecido un 16 de julio y aproximadamente a la misma hora en la que convirtió el gol en Maracaná.
Pasarán más de mil años, pero difícilmente se repita hazaña semejante. Ganarle al local el último partido de un Mundial, de atrás, ante 200 mil hinchas , y cuándo sólo servía la victoria, porque el empate coronaba a Brasil campeón, solo pudo hacerlo Uruguay.

