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La pegada del Barça define un clásico muy igualado

El Barcelona ha logrado la victoria ante un serio Real Madrid gracias a la pegada de Ibrahimovic. Los blancos no supieron definir las ocasiones que tuvieron y, al final, lo acabaron pagando. Ambos equipos terminaron con diez en uno de los clásicos más igualados.

El Barcelona ha logrado la victoria ante un serio Real Madrid gracias a la pegada de Ibrahimovic. Los blancos no supieron definir las ocasiones que tuvieron y, al final, lo acabaron pagando. Ambos equipos terminaron con diez en uno de los clásicos más igualados.

El Barcelona afrontaba el partido como favorito tras ganar todos sus encuentros de liga en casa y, además, realizando un gran fútbol. En cambio, con las dudas que desplegaba su juego, el Real Madrid trataba de defender su liderato en un campo hostil, pero con la recuperación de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, el equipo blanco salió al Camp Nou con las ideas muy claras y sin ningún complejo sabiendo de sus opciones.

El partido comenzó igualado con el Barça teniendo la posesión del balón y el Real Madrid a las contras creando mucho peligro. La situación de Arbeloa y Marcelo en la banda izquierda anulaban a Alves y a Messi. Además, el buen trabajo defensivo de Lass y Xabi Alonso tapaban las opciones de crear fútbol de los culés. Pese a ello, asomaba con asiduidad un genial Iniesta que no encontraba asociación con Henry o Messi.

La ocasión más clara de todo el partido llegó a los 19 minutos en las botas de Cristiano Ronaldo. El portugués no ha sabido culminar una buena jugada de equipo del Madrid y se ha estrellado en Víctor Valdés. Con esa ocasión, y una posterior de Marcelo, se esfumaban las opciones del equipo de Pellegrini, que estaba agazapado en la defensa buscando ese tipo de acciones. Para poco más dio una primera parte muy táctica en la que ambos equipos destapaban sus cartas, pero con mucho respeto a su rival.

Poco cambió en la reanudación. El Barcelona seguía teniendo la pelota, como siempre, y el equipo blanco salía a la contra con mucha sensación de peligro en las botas de Kaká y Cristiano. Con el partido igualado, Guardiola movía ficha y retiraba a un desafortunado Henry por Ibrahimovic. El primer balón que tocó el sueco llevó el premio del gol tras un gran pase de Alves. El planteamiento de Pellegrini se venía abajo con el tanto azulgrana que no estaba teniendo demasiadas ocasiones, pero controlaba el balón y el partido.

Con una banda izquierda nula en ataque por la presencia de Marcelo, el Madrid se tenía que venir arriba y la expulsión de Busquets, poco después del gol por doble amarilla, ayudaba a las opciones del equipo blanco. Sin embargo, el técnico chileno decidió sacar del campo al jugador más peligroso, Cristiano Ronaldo, por precaución por su estado físico y todo el Camp Nou respiraba. A partir de ahí, el Madrid lo intentaba con mayor posesión de balón, pero con poco acierto en los últimos metros. Con ello, la mejores opciones para hacer un gol las tenía el Barça con un rival más obsesionado en mirar la portería contrario. Primero Piqué, a la salida de una falta, después Abidal y, sobre todo, Messi pudieron ampliar la cuenta.

Por el Madrid lo intentaba Benzema, pero sin ningún tipo de acierto y Kaká, del que todavía se espera mucho más. Así las cosas, Lass vio también una segunda amarilla víctima de la impotencia de su equipo y el Barça se llevaba otro clásico más, éste mucho más igualado que los del año pasado. El equipo culé se queda con el liderato y el buen sabor de ganar a su gran rival, que se va de la Ciudad Condal con la sensación de haber perdido una buena ocasión para golpear a su máximo rival en la liga.

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