
Entre Ángel Correa, autor de los dos goles del Atlético en el día de hoy, Antoine Griezmann, que ha jugado un gran partido y ha dado una asistencia en el primer gol, el despropósito de Juan Carlos, el portero del Girona que entregó el 2-0 en bandeja al delantero argentino del conjunto colchonero, y dos paradones de Jan Oblak, escondieron detrás de un triunfo gris (2-1) todos los problemas y las preocupaciones que desprende el Atlético de Madrid, un ganador cuyo rendimiento sigue bajo sospecha, atemorizado hasta el final por el tanto de Riquelme y en una crisis evidente de juego.
El Atlético aún no se reconoce. En nada. Salvo la excepción de Sevilla, con la evidencia posterior de que tanta o más responsabilidad de la incontestable victoria tuvo el despropósito de su adversario. El juego del equipo por las últimas citas es decepcionante, por más que haya conseguido alguna victoria. La esencia del equipo del cholo como era la presión, la verticalidad, la ambición, la voracidad o la fuerza de un grupo que no temía a nada ni nadie es sólo un recuerdo melancólico, imperceptible desde la temporada pasada.
Griezmann transformado en una especie de centrocampista ofensivo, aún es decisivo en otras tareas, tan trascendentes en estos tiempos complejos que sufre el equipo, cuyo temor con el balón o sin él representa la inseguridad que siente el equipo, sea cual sea el rival que tenga enfrente. Este sábado fue el Girona, proponiendo mucho más y expresándose con más atrevimiento en la casa del Atlético que el propio Atlético.
La diferencia fue una individualidad... de Griezmann. En el minuto 5, el '8' rojiblanco levantó la cabeza en un esquina del área, divisó a Correa al otro lado y la puso en el sitio justo para el remate del delantero argentino, mucho más astuto que su marcador (1-0).
Después, la nada. El balón es peso insufrible más que una herramienta para el Atlético, destinado a una secuencia de pases entre su defensa y Witsel, cuya salida de balón, prometedora, incuestionable, se frustra cuando dirige su mirada hacia adelante y no hay ni un solo movimiento, ni un solo desmarque, ni un solo recurso que haga más fácil la vida al medio centro y a todo el equipo. La bronca del público entonces, ya con 1-0 a su favor, no fue fruto de la impaciencia, sino de la irrelevancia.
Ya había rebasado el partido la media hora, cuando el Atlético se reajustó y despertó de la mejor forma que sabe moverse en el ataque: a la carrera. Llegaron las dos ocasiones de Cunha, la última salvada por Juan Carlos, que regaló el 2-0 al inicio del segundo tiempo, en el minuto 47, para alivio rojiblanco.
La cesión atrás de Aleix García, cómoda, ventajosa, sin ninguna aparente amenaza para el guardameta, la transformó en una ocasión del Atlético porque simplemente intentó salir con el balón jugado. Su pase lo interceptó Correa y el regalo lo aceptó de buen grado. Fue el 2-0.
Ya sí se sintió ganador el Atlético, hasta que un chico de la casa cedido en el Girona y que más pronto que tarde tendrá un sitio en la plantilla del equipo de su vida, Rodrigo Riquelme, soltó un derechazo que rebotó en Giménez y que terminó en gol.
Era el minuto 65. La amenaza siguió latente hasta el final para el Atlético, que ganó con el susto en el cuerpo, ya que Aleix García se sacó un trallazo que Oblak tocó lo justo contra el palo para sostener a un equipo que se tambaleaba (luego exigió otra magnífica intervención del guardameta esloveno en el minuto 84). El próximo miércoles aguarda el Brujas. La clasificación para octavos de final en la Liga de Campeones depende en gran parte de si es capaz de vencer al conjunto belga.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid – 2: Oblak; Molina, Savic, Giménez, Reinildo, Carrasco (Saúl, m. 64); Correa (Joao Félix, m. 73), Koke, Witsel (Kondogbia, m. 73), Griezmann (Lemar, m. 64); Cunha (Morata, m. 64).
Girona – 1: Juan Carlos; Arnau (Valery, m. 46), Santi Bueno, Bernardo, Javi Hernández (Terrats, m. 83), Miguel Gutiérrez (Yan Couto, m. 46); Oriol Romeu, Aleix García, Yangel Herrera (Stuani, m. 64); Riquelme (Toni Villa, m. 81); Castellanos.
Goles: 1-0, m. 5: Correa. 2-0, m. 47: Correa. 2-1, m. 66: Riquelme.
Árbitro: Martínez Munuera (C. Valenciano). Amonestó a los locales Giménez (m. 46+) y Cunha (m. 49) y al visitante Javi Hernández (m. 54).
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander disputado en el Cívitas Metropolitano ante 54.069 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del Atlético de Madrid, José Pacheco.
