Muchos aficionados del Real Madrid se frotan los ojos. Jesús Vallejo, el fantasma de Zaragoza, volverá a sentirse futbolista en Granada. El Madrid y el conjunto andaluz tienen perfilado un acuerdo para su cesión y Vallejo, al fin, acepta marcharse. El central maño lleva dos temporadas de vacaciones en Madrid. Comiendo pipas en la grada y sin jugar. No aceptó salir a pesar de saber de primera mano que no contaba ni para Carlo Ancelotti ni para el club, pero aún así se marcó un buen Mariano estos dos últimos cursos.
A sus 26 años su cotización es ínfima. Dos millones de euros para un jugador que llegó desde el Real Zaragoza prometiendo mucho, pero al que devoró la grandeza del Real Madrid. Su fichaje, adelantado por Libertad Digital, fue una apuesta lógica, pero lo que llama poderosamente la atención es la duración de su contrato. Fichado en 2015, termina su vinculación con el equipo que preside Florentino Pérez en 2025, por lo que tras su cesión al conjunto nazarí volverá a la disciplina merengue.
Vallejo jamás ha conseguido consolidarse en el Madrid. Se marchó cedido al Real Zaragoza, Eintracht, Wolverhampton y al propio Granada hace dos años. Con 24 años decidió que no quería salir más y a pesar de tener una competencia brutal en su puesto, se ha pasado dos años prácticamente en blanco -354 minutos jugó en la 21/22 y 88 en la 22/23-.
El Granada se hace cargo de buena parte de su ficha y, sobre todo, consigue convencer al chaval y hace soltar lastre al Madrid por un jugador al que ya no se sabía desde el club como decirle que lo mejor para él era salir y sentirse útil. Dos veces esta pretemporada se le ha cambiado el dorsal: primero con la llegada de Bellingham el maño le cedió amablemente el ‘5’ y eligió el ‘24’. Tras el fichaje de Arda Güler, el turco solicitó el dorsal que terminaba de escoger Jesús y Vallejo no tuvo problema en volver a cambiar y coger el ‘25’. Un meme.
En el vestuario, donde es muy querido, se valora mucho su nobleza, pero nadie entendía su terquedad a la hora de cerrarse las puertas con su edad y muchos hoy en Valdebebas sonríen y se felicitan por conseguir que Vallejo vuelva a sentirse futbolista. Lo hará en una plaza que conoce bien, en Los Cármenes.