
España ha caído este lunes ante el primer rival serio del Mundial de Australia. La selección femenina dirigida por Jorge Vilda fue destrozada (4-0) por Japón, el rival más duro que se han encontrado desde que comenzó el campeonato. España pasa de la fase de grupos como segunda de grupo y se medirá a Suiza en octavos.
La dura derrota ha hecho que salgan de su madriguera multitud de topos que estaban esperando, guadaña en mano, cualquier desliz de la Selección para atacar a Jorge Vilda. Verónica Voquete, futbolista de la Fiorentina y comentarista durante el Mundial en RTVE, no esperó ni al final del partido, en el descanso, con 3-0 en el mercador, atizó a Vilda con muy mala baba. "Hay jugadoras que no están y que nos vendrían muy bien. Echamos en falta tanto a Mapi como a Patri Guijarro", ha comentado.
Un claro mensaje con dardo envenenado incluido que viene del lamentable espectáculo cuando, allá por el mes de septiembre de 2022, enviaron unos mails a la Federación en los que renunciaban a volver al combinado nacional y cuestionaban a Vilda. Querían la cabeza del seleccionador e intentaron presionar a la Federación. Las 15 jugadoras en cuestión fueron: Andrea Pereira (defensa del América mexicano), Ainhoa Vicente Moraza (defensa del Atlético de Madrid), Aitana Bonmatí (centrocampista del FC Barcelona), Amaiur Sarriegi (delantera de la Real Sociedad), Claudia Pina (delantera del FC Barcelona), Lola Gallardo (portera del Atlético de Madrid), Laia Aleixandri (defensa del Manchester City), Leila Ouahabi (defensa del Manchester City), Lucía García (delantera del Manchester United), Mapi León (defensa del FC Barcelona), Mariona Caldentey (delantera del FC Barcelona), Nerea Eizagirre (centrocampista de la Real Sociedad), Ona Battle (defensa del Manchester United), Patri Guijarro (centrocampista del FC Barcelona), y Sandra Paños (portera del FC Barcelona).
Tras salirle el tiro por la culata -Rubiales en vez de despedir a Vilda, lo reafirmó y reforzó en su cargo-, tres de esas jugadoras, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Ona Batlle, recularon -era demasiado jugoso un Mundial, tanto como para incluso renunciar a su propia dignidad- y volvieron a ser convocadas para disputar el campeonato del Mundo -se le vieron las costuras también al propio seleccionador que agachó la cabeza y tragó con la vuelta de tres de las rebeldes-.
Vero Boquete, amiga personal de varias de las jugadoras que renunciaron al combinado nacional, sacó a relucir su poca clase al acordarse de unas ausentes que eligieron, por deseo propio, borrarse de defender la camiseta que representa a todos los españoles.
Melanie Serrano, exjugadora de la selección y del FC Barcelona, también tiró su pulla e incluso al acordarse de Sandra Paños, portera y una de las rebeldes, que se quedó fuera del Mundial, al apuntar que bajo su criterio la guardameta habría sido fundamental para parar a las niponas.
Por último, tanto Vero como Melanie calificaron el partido de España como una auténtica "pesadilla". Había ganas de hacer sangre y las niponas pusieron la cabeza de Vilda en una bandeja de plata.
