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Cuando el Real Madrid quiso jugar en la liga catalana y le echaron por "la raza"

La historia del Real Madrid y el Barcelona está unida más que por sus enfrentamientos directos… ¿Qué sucedió en la Guerra Civil con el fútbol español?

La historia del Real Madrid y el Barcelona está unida más que por sus enfrentamientos directos… ¿Qué sucedió en la Guerra Civil con el fútbol español?
Los jugadores del Real Madrid. | Europa Press

Real Madrid y FC Barcelona estarán siempre unidos por la rivalidad nacional que les acompaña en todos los deportes, especialmente en el fútbol. Pero no solo eso, la historia de ambos clubes va mucho más allá de los Clásicos. Y es que culés y merengues han sido claves en el devenir político y social de España. Uno de los episodios más incomprensibles de la historia del fútbol ocurrió hace casi 90 años, con el estallido de la Guerra Civil.

Concretamente el 18 de julio de 1936, un grupo de militares contrarios a la República se alza en armas contra el Gobierno y pone en marcha la Guerra Civil, los años más sangrientos de la historia de España. Por este motivo, la Liga, que se venía disputando ininterrumpidamente desde la temporada 1928-29, debe parar en seco. ¿El motivo? Practicar deporte ya no es seguro y mucho menos realizar desplazamientos por el territorio español… En ese momento España está dividida entre el bando sublevado y el bando republicano, y se cobran vidas sin reparo como la del presidente del FC Barcelona, Josep Suñol i Garriga, fusilado en la Sierra de Guadarrama –en Madrid– el 6 de agosto de 1936.

Tan solo unos meses después, el 3 de octubre de 1936, la Federación Española de Fútbol anuncia la suspensión de la temporada 1936/37, a la vez que autorizaba a los torneos superregionales a disputar sus partidos. Eso sí, "bajo su exclusiva responsabilidad". ¿Alguien continuó jugando al fútbol en esa situación? Si, tan solo las federaciones catalana y valenciana, en ese momento menos afectadas por el conflicto bélico que las del resto del Estado, mantuvieron algunos torneos.

En general, varios equipos fueron incautados y casi todos suspendieron sus actividades. En su contra, por ejemplo los vascos aprovecharon el momento para formar la selección de Euskadi y salieron de España a disputar encuentros de fútbol. Lo mismo hizo el Barça tan solo un año después con una gira por México que salvó económicamente al club de su disolución.

A pesar de la prohibición de jugar en la mayoría de las comunidades, algunos clubs como el Madrid CF y el Athletic de Madrid –actual Atlético–, pidieron su inclusión en el torneo de Valencia-Murcia. Para prevenir un posible cierre de comunicación de la vía entre Valencia y Madrid, se decidió que lo mejor era que ambos equipos se instalasen en Valencia o Alicante durante la duración del torneo.

Todo parecía bien encaminado, ya que incluso se había sorteado la primera jornada, incluyendo a ambos equipos, pero a última hora, la Federación no permitió a los conjuntos madrileños participar en el Campeonato Super-regional, en principio, por no considerarlo lo suficientemente seguro. En ese momento el Athletic se rindió pero el Madrid buscó poder jugar en la competición catalana...

Bru como puente con Cataluña

En el momento en el que desde Valencia se dijo que no, el Madrid se puso manos a la obra y Pablo Hernández Coronado, secretario general del Madrid CF, delegó en su entrenador, Francesc Bru, las gestiones para que el conjunto blanco fuera aceptado en la competición catalana. Recordemos que Bru había sido jugador destacado del Barcelona y del Espanyol, además de árbitro y seleccionador español absoluto, con lo que sus relaciones en Catalunya eran excelentes.

En ese momento, el técnico madridista se reunió con representantes de sus dos antiguos equipos y trasladó un mensaje de optimismo a Hernández Coronado. Tanto fue así que, inicialmente, la Federación Catalana de Fútbol aceptó la inclusión del Madrid en el campeonato. Pero con la condición de que entrarían sin puntuar para evitar que un equipo madrileño ganara el campeonato catalán. Podía usarlo, por tanto, como entrenamiento mientras durara la guerra. Todo cambió el 14 de octubre cuando el comité del Barcelona debatió el asunto en una reunión.

La petición del Madrid "motiva un estudio meticuloso y desapasionado" por el que se tomaron varios acuerdos. El primero, que la decisión final debía recaer en la Federación Catalana. En segundo lugar, la comisión creyó que el Campeonato "no debe ser mixtificado ni perder ninguna de sus esencias raciales y profundamente espirituales". Como tercer argumento, el Barça consideró que la inclusión del Madrid podría suponer una "conculcación de aspiraciones" de otros clubes catalanes. Y en último lugar, se ofreció al Madrid y a la Federación Catalana para "estudiar conjuntamente la organización de una nueva competición muy amplia e interesante". En definitiva, que el Barça se opuso a la participación del Madrid en el Campeonato de Catalunya, aunque la última palabra la tendría la FCF.

Y, ¿cuál fue finalmente la decisión de la Federación Catalana? Pues la Federación Catalana, a través de su Presidente, Ramón Eroles, alegó que no se podía alterar el campeonato apoyándose en principios reglamentarios. No obstante, después se ofrecieron a acoger de manera individual a jugadores madridistas que quisieran jugar en los clubes catalanes, algo que fue rechazado por el Madrid.

Otra solución fue la creación de otro campeonato de la Federación Catalana y otras federaciones nacionales, organizado en una zona más amplia donde la República seguía instaurada. Todo ello con la suspensión inminente, si se llevaba a cabo dicha nueva competición, de la copa que se estaba disputando. Sin embargo, el Madrid no prestó interés en esta propuesta.

El Barça y su "esencia racial"

Recordemos que el primero que se negó a que el Madrid CF participara en la competición catalana en mitad de la Guerra Civil fue el FC Barcelona. Y, según el acta de la reunión del 14 de octubre de 1936, el Club se opuso a la inclusión del Madrid en el Campeonato de Cataluña para no "mixtificar ni perder ninguna de sus esencias raciales y profundamente espirituales que constituían el fundamento base de su esplendorosa historia". En otras palabras, que el Campeonato de Cataluña sólo lo podían jugar equipos catalanes para no machar su identidad.

Conocida esta decisión, el Real Madrid, en una nota a la prensa, expresó su sorpresa por tal decisión, pero ya no hubo marcha atrás. El Madrid no jugó el campeonato catalán y abandonó el caserón de El Masnou.

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