
El Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (RFEF) impuso un partido de sanción al madridista Dejan Huijsen por su expulsión directa en el partido de la cuarta jornada de Liga frente a la Real Sociedad (2-1).
Huijsen fue expulsado en el minuto 31 por derribar a un adversario, impidiendo una ocasión manifiesta de gol, según recogió en el acta el árbitro Jesús Gil Manzano, y el Comité de Disciplina ha desestimado la petición del Real Madrid de dejar sin efecto la expulsión, a pesar de que ayer el Comité Técnico de Árbitros (CTA) consideró que la sanción más adecuada por la infracción sobre Mikel Oyarzabal habría sido tarjeta amarilla y no roja. Lo que ha provocado, según ha podido saber Libertad Digital, una enorme indignación en el conjunto merengue.
El Real Madrid, que puede recurrir ahora ante el Comité de Apelación, argumentó en sus alegaciones que existe un error material manifiesto por considerar que la acción de Huijsen no evita una ocasión manifiesta de gol, pero Disciplina consideró que no ha aportado pruebas que permitan "desvirtuar el hecho de que el jugador expulsado derribó a su adversario sujetándolo por detrás con la mano".
El Comité afirma que no corresponde a los órganos disciplinarios valorar la aplicación o interpretación de las Reglas de Juego, "competencia que el artículo 118.3 del Código Disciplinario de la RFEF atribuye de forma única, exclusiva y definitiva a los árbitros, sin que los órganos disciplinarios federativos puedan conocer de las mismas".
"En consecuencia, la apreciación sobre la existencia o no de una "manifiesta ocasión de gol" constituye una decisión técnica relativa a la interpretación y aplicación de las Reglas de Juego. Dichas cuestiones son competencia exclusiva de los árbitros y no pueden ser revisadas por los órganos disciplinarios una vez constatada la comisión de la infracción", mantiene en su resolución.
Ayer el CTA, en sus explicaciones sobre jugadas controvertidas de casa jornada, consideró acertado que el VAR no interviniera para revisar la jugada, ya que solo lo hace en errores claros, obvios y manifiestos y la acción de Huijsen admite más de una interpretación,. En su caso, sobre si la presencia y distancia de un segundo defensor puede cambiar la sanción entre tarjeta amarilla y roja directa.
"La acción representa dos posibles escenarios en función de un segundo defensor del Real Madrid. Si consideramos que llega a disputar el balón, la sanción adecuada sería tarjeta amarilla por ataque prometedor. Si, como interpretó el árbitro, la distancia hacía imposible esa disputa se trataría de una ocasión manifiesta de gol, castigada con expulsión", explicó el CTA.
Para el CTA, en la acción de Huijsen sobre Oyarzabal "no se cumple el cien por cien de los condicionantes necesarios para DOGSO" -destrucción de ocasión manifiesta de gol- y la sanción más adecuada hubiera sido tarjeta amarilla.
