
Saque de esquina bombeado, balón al corazón del área, por ahí aparece un futbolista y, de chilena, remata al fondo de la portería. Sería un golazo, pero lo es más si tenemos en cuenta que el jugador tiene tan solo una pierna.
Eso es lo que hizo el joven Nico Calabria, quien usó sus muletas para balancearse de forma acrobática. Por si fuera poco, salió corriendo como cualquier futbolista para celebrar el tanto.
No es la primera vez
Más allá de la espectacularidad, lo conseguido por Nico Calabria no es ninguna novedad. El joven, además de jugar con la selección estadounidense de fútbol de amputados, es conocido también en la lucha libre, y hace cinco años se convirtió en la primera persona que ascendía al Kilimanjaro con muletas.
