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Contador gana en La Farrapona y es más líder de la Vuelta a España

Froome entraba a 14 segundos del madrileño y a punto estuvo de arrebatar la segunda plaza a Valverde, que llegaba a casi un minuto en cuarta posición.

Alberto Contador se impone en la meta de La Farrapona.

Dar un golpe sobre la mesa en ciclismo no siempre consiste en hacer grandes diferencias. Hay ocasiones, hay días, hay subidas, en las que dejar claro que eres el más fuerte es casi tan importante como el tiempo que se pueda sacar. Y eso ha hecho Alberto Contador en la cima de La Farrapona, donde no sólo se ha impuesto, sino que casi ha sentenciado la general. Puede que no por tiempo, pero si por sensaciones. Ha aguantado el bravo ataque de Chris Froome a 4 kilómetros a meta y luego le ha remachado.

Era la jornada reina, con cinco puertos, uno de segunda y cuatro de primera. Se anunciaba lluvia, típica de esta zona de valles y montañas asturianos, por Teverga. Pero nada de eso ha ocurrido. Ni ha llovido, ni ha sido la etapa tan reina como se esperaba. Algo menor, bastante floja. Con más miedo que ganas, sin grandes ataques desde lejos que pudieran inquietar a alguno de los favoritos. Era el tercer día consecutivo de montaña, con un final en alto, y previo a la jornada de descanso. Pero un día soporífero, salvo los últimos kilómetros.

Todos miden sus fuerzas

Y es que a eso se está acostumbrando La Vuelta a España. Puede ser el recorrido más duro o más flojo, pero la batalla de lejos, la que pasa (o podría pasar) a lo anales de la historia no se produce. Lejos queda ese demarraje de Contador en el 2012 camino de Fuente Dé. Ahora los ataques se hacen cerca de meta, calculando la distancia, vigilando el medidor de potencia.

Como ha ocurrido en todo el tríptico, salvo en el primer día en el que se equivocó Valverde, más conservador a partir de entonces, y que le ha permitido mantener la segunda posición ante el empuje de Froome por sólo tres segundos.

Escapada del día y bochornosa pelea

No se ha ido rápido. De hecho, nuevamente, una etapa ha acabado con retraso. Se formó casi de salida un grupo de 13 ciclistas que ha marchado escapado toda la carrera. Pero un acto indecente, impropio de este deporte, ha provocado que las redes sociales pidan justicia, como así ha ocurrido. El ruso Rovny, del equipo Tinkov, y el italiano Brambilla, del conjunto Omega, se han liado a puñetazos subiendo el penúltimo puerto del día. Solución, los dos a la calle. Esto, lamentablemente, ha sido lo que ha despertado un poco a los aficionados del letargo al que estaba sumiendo esta etapa reina, pero muy venida a menos.

Incluso Brambilla, tras el ataque de puños, atacó con De Marchi en busca de la etapa. Después se unió Poels, hasta que en plena subida a La Farrapona le comunican la expulsión al primero, que cuando se cruza con Rovny le avisa de lo que le espera, que también se iría a la calle.

Parecía que De Marchi podía tener la victoria en sus piernas, ya que el ritmo de los de atrás no era duro. Tiró Katusha casi toda la etapa, hasta que a falta de 40 decidió Sky que era el momento. Que el potenciómetro de Froome daba una tregua y se podía ir más rápido. Aceleración en el grupo, puñetazos y expulsión en directo. Todo en el tramo final.

Sky prepara el terreno para Froome

De Marchi sólo por delante; Sky tirando por detrás. Y a 4 a meta, en esa distancia que tienen todos marcados como el límite, ataca Froome. Sólo Contador le puede responder. Purito Rodríguez lo intenta, con Valverde a su rueda y Aru haciendo la goma. Los 5 primeros de la general, pero en orden cambiado. Faltaba el sexto, el colombiano Urán, pasándolo mal desde el primer kilómetro y diciendo adiós a todas sus opciones.

Contador lee bien la carrera. El día anterior, Valverde y Purito no le ayudaron a dejar atrás a Froome; esta vez no iba a colaborar él. Sería el británico el que tendría que hacer todo el trabajo. Desgastándose, incluso atacando poniéndose en pie. Algo raro en él. Lejos quedaban esos paisajes y esas preciosas vistas del verde asturiano. Ahora sólo se veía el cielo cubierto, encima de la meta. Valverde, por detrás, iba a hachazos, arrancadas y paradas, con Joaquin Rodríguez haciendo lo que podía, y Aru estirando y acortando la goma.

Contador remata en el último kilómetro

Pero si a 5 era la distancia para romper la carrera y hacer diferencias, a uno es el momento clave para ganar la etapa. O incluso a menos, que fue donde atacó el pinteño. Con su maillot rojo, oteando el horizonte, la meta, con su pintura blanca, esperaba su disparo. Y el pistolero lo hizo nada más cruzar esa línea de meta, con 15 segundos de ventaja sobre Froome, 50 sobre De Marchi, que aguantaba de la fuga, y 55 sobre Valverde, que esta vez no cogía bonificaciones.

Victoria y más líder para el madrileño, que está cerca de agrandar, aún más, su palmarés. Decía que venía a ver como se sentía según pasaran los días, con intención de ganar alguna etapa. Con la careta fuera y las sensaciones intactas, Contador ha dado un gran golpe sobre la mesa. Casi sentenciado, pero no decidido.

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