En el año 2005, Hulk Hogan entró en el Salón de la Fama de la WWE, pero diez años después pasó de ídolo a repudiado llegando incluso a ser expulsado del show. Todo ello por una conversación filtrada en la que Hogan hacía comentarios racistas.
La WWE no quiso señalar directamente a Hogan por las acusaciones de racismo, sin embargo, emitieron un comunicado en el que se dejaba caer que ese era el motivo de la expulsión del luchador emblema de la organización.
"La WWE está comprometida a aceptar y honrar a los hombres de todos los orígenes como lo muestra la diversidad de nuestros empleados, actores y aficionados en todo el mundo", decía el comunicado de la expulsión de Hulk.
Esto se produjo por la filtración por parte del portal de RadarOnline.com y la publicación The National Enquirer, en la que se veía a Hogan en una conversación grabada profiriendo insultos racistas años atrás.
Hogan no negó los hechos y pidió perdón por su comportamiento en una rueda de prensa y con un comunicado: "Era inaceptable que yo utilizara ese lenguaje ofensivo, no hay excusas. Ofrezco mis disculpas por haberlo hecho". Lo curioso es que la WWE expulsó a Hogan, pero lo mantuvo en el Salón de la Fama. Años después regresó al cuadrilátero