
A pesar de que a menudo la ITV suele ser considerada como un simple trámite para muchos conductores, lo cierto es que es un procedimiento clave para salvaguardar la seguridad vial y, al mismo tiempo, el medio ambiente. Además, superarla se convierte en un requisito legal y, por tanto, es importante que aprendamos a identificar cuáles son los principales factores que definen el veredicto final. ¿Qué puntos deben analizarse antes de someter nuestro vehículo a la revisión? A continuación, te hablamos de algunos de los más importantes y susceptibles de actualización a través de revisiones preventivas y recambios coche de proveedores especializados como DAPARTO.
Carrocería y componentes
La carrocería puede ser el elemento que marque la diferencia entre pasar la ITV y no pasarla. Es imprescindible que no cuente con ningún desperfecto y, en especial, deben revisarse los faros, los paragolpes, los retrovisores y la matrícula por ser componentes esenciales en lo que respecta a la seguridad del coche. Por otra parte, los cristales no deben pasarse por alto. Lo más recomendable es inspeccionar las lunas y verificar que no cuentan con ningún tipo de marca o grieta.
Ruedas
Para asegurarnos de obtener una revisión favorable, es aconsejable revisar previamente diferentes variables. Ten en cuenta que a lo largo de la inspección se llevará a cabo una verificación del estado en que se encuentran las gomas pero, también, la profundidad que alcanzan las bandas de rodadura debiendo encontrar, al menos, por encima de los 1,6 mm. Por otro lado, es fundamental comprobar que la estructura de las ruedas no ha sufrido ningún tipo de deformación pues, en caso contrario, podría convertirse en un factor descalificatorio.
Cinturón de seguridad y puertas
El estado en que se encuentran las puertas y el cinturón es otro parámetro de análisis clave en la Inspección Técnica del Vehículo. Echar un vistazo al bloqueo de puertas, comprobar que todas se cierren y abran correctamente tanto desde el interior como desde el exterior o verificar el correcto funcionamiento del cierre del cinturón son puntos obligatorios. De hecho, son elementos de seguridad básicos y, por tanto, objeto de las primeras rutinas de escrutinio que integran la prueba.
Pérdidas de aceite
Las fugas son probablemente el indicio más claro de que un coche no se encuentra en estado óptimo. Son relativamente fáciles de detectar y, además, el foco de peligros, especialmente en garajes y gasolineras por lo que debe llevarse un seguimiento periódico con independencia de la Inspección Técnica de Vehículos. No olvides comprobar que no hay ninguna fuga de aceite ni de líquido refrigerante.
Iluminación
Una correcta iluminación garantiza la seguridad del conductor pero, también, del resto de usuarios de la vía pública por lo es imprescindible revisar que todos los focos se encuentran en estado óptimo. Todos los sistemas de iluminación tienden a sufrir problemas con el paso de los años por lo que es una de las revisiones periódicas clave que deben llevarse a cabo para realizar los recambios o actualizaciones correspondientes antes de la ITV. Además, no debemos olvidarnos del sistema de limpiaparabrisas.
Sistema de humos
Constituye una de las áreas fundamentales de la estructura del vehículo ya que su función es expulsar el humo generado como consecuencia del proceso de combustión. Para asegurar que el tubo de escape no genera ningún tipo de inconveniente durante la revisión técnica es recomendable retirar los residuos de hollín que se forman con el paso del tiempo y fruto del uso.
Suspensión
Si se encuentra en buen estado, impedirá que nuestro vehículo sufra algún tipo de daño o desgaste tras recorrer superficies que presentan ciertos desniveles. Ello implica una vida útil más extensa así como una conservación en mejores condiciones. Para contar con la seguridad de que la suspensión de nuestro coche se encuentra en buen estado debemos hacer una revisión de los silentblock, los amortiguadores de muelle así como de las rótulas de dirección y de que, además, cumplen con las prescripciones de homologación.
Frenos
Si no se encuentran en óptimas condiciones pueden comprometer la seguridad del resto de vehículos por lo que llevar a cabo una comprobación se torna esencial. Para evitar cualquier sanción es importante garantizar que no se produce ningún tipo de descompensación durante el proceso de frenado así como que cuentan con la suficiente potencia como para evitar cualquier colisión o accidente.
Si el sistema de frenado genera algún tipo de sonido, nos encontramos ante un indicio claro de que algo no funciona correctamente. Cuando se producen chirridos, caben muchas posibilidades de que las pastillas hayan sufrido un desgaste excesivo y, por tanto, deban ser renovadas.
Otra señal de que existe algún tipo de problema en los frenos es que el pedal se hunde más de lo que debería. Ante este tipo de supuestos, deberemos prestar atención al líquido de frenos pues, probablemente, escasee. Las vibraciones en el momento de frenar también pueden ser un claro indicativo de que los discos no están en condiciones y, por tanto, deberemos proceder a su sustitución junto con la de las pastillas.
