
Los españoles están obligados a contar con un seguro para circular con su vehículo. Se trata del de responsabilidad civil, el cual está incluido en todos los tipos de seguros, incluyendo los más básicos que solo cubren daños a terceros. Sin embargo, este tipo de obligación no se da al hablar de seguros de salud.
Estamos ante dos productos muy distintos, si bien es cierto que tienen una serie de puntos en común. Unos de ellos son los que veremos a continuación. Y es que profundizaremos en una serie de aspectos que conviene que tengas en cuenta al contratar ambos seguros.
Antes de adentrarnos en cada punto, hay que decir que analizarlos todos y compararlos no tiene por qué acarrear una gran pérdida de tiempo, puesto que existen comparadores online que facilitan y agilizan mucho el proceso. Un claro ejemplo es el de este sitio web: https://www.arpem.com/seguros-coche/.
Precio
Ahora que hemos hablado de los comparadores, es un buen momento para decir que son una herramienta imprescindible si tu objetivo es gastar la menor cantidad posible de dinero sin que ello suponga la contratación de un producto que deje que desear.
Hoy en día, son ingentes las cantidades de seguros que existen. Ello es debido a que hay multitud de compañías aseguradoras que ofrecen sus respectivos servicios. Al haber un nivel de competencia tan elevado, pueden surgir buenas oportunidades a nivel económico. Sin embargo, dar con ellas resulta algo complicado y tedioso si llevas a cabo el proceso de forma manual.
Como hemos dicho antes, los comparadores son de gran ayuda en este sentido. Basta con echar un vistazo a https://www.arpem.com/seguros-salud/ para darse cuenta de ello, ya que allí están listados unos seguros de salud que se caracterizan por tener un precio realmente bueno.
En una época de crisis económica como la que nos está tocando vivir, no sorprende que los usuarios se fijen sobre todo en el precio, dándole incluso más importancia que a otros aspectos. Se trata de un error. Y es que de poco sirve que un seguro sea muy barato si, a la hora de la verdad, no cubrirá el daño o la adversidad que te ha tocado sufrir. Es por este motivo que conviene fijarse también en el siguiente punto.
Coberturas incluidas
No importa si se trata de un seguro de coche o uno de salud: en los dos casos, las coberturas incluidas adquieren una gran relevancia. Eso sí, como te puedes imaginar, poco o nada tienen que ver entre ellas.
Empecemos hablando de las coberturas de los seguros de coche. Tal vez creas que las de los productos a terceros son demasiado básicas, pero hay algunos que incluyen roturas de lunas, robos e incendios. Suelen ser aconsejables para los automóviles que, aunque tienen ya algunos años, todavía pueden ser golosos para los malhechores.
Precisamente, los primeros seguros de coche que hemos mencionado -los que cubren daños a terceros y son muy básicos- son recomendables para los vehículos de cuatro ruedas que ya tienen una considerable antigüedad. Eso sí, has de saber que cualquier daño que se produzca, como la rotura del parabrisas por el impacto de una piedra al circular por la autopista, deberá ser pagado por ti.
Pero, ¿qué pasa si tienes un coche nuevo o con pocos años a sus espaldas? En tal caso, lo mejor que puedes hacer es contratar un seguro a todo riesgo. Eso sí, su nombre no debe llevarte a engaño: ciertos riesgos no están cubiertos. Aunque algunos de estos seguros sí lo hacen, otros excluyen determinados daños como los provocados por las granizadas, amén de aquellos que se producen tras tener lugar un choque al cruzar un animal cinegético por la carretera.
Si las coberturas adquieren mucha importancia al hablar de coches, más lo hacen cuando nos referimos a la salud de las personas. En este sentido, nuevamente hay que recomendar la utilización de comparadores, puesto que las diferencias entre unos y otros productos son numerosas.
En cualquier caso, contratar un seguro de salud siempre es buena idea indistintamente de las coberturas, el copago y el precio, ya que el trato que se recibe es más rápido y personalizado.
Compañía aseguradora
Supón que has dado con un seguro que tiene un buen precio e incluye unas coberturas bastante atractivas. ¿Significa esto que debes contratarlo sí o sí? Ni mucho menos, ya que todavía queda un último aspecto a analizar, el cual no conviene obviar. Nos referimos a cuál es la compañía aseguradora que está detrás de ese producto.
Fíjate en los años de experiencia que tiene la empresa, así como en las reseñas publicadas en Internet. Algunas de ellas cuentan con una dilatada trayectoria a sus espaldas y se caracterizan por presumir de un gran prestigio en toda España, como por ejemplo AXA, DKV, FIATC, Sanitas, Génesis, Allianz, Qualitas Auto, Regal, Pelayo y Mapfre.
