Orientarse en el desafiante desierto de Arabia Saudí es una de las pruebas más exigentes que enfrentan los pilotos del rally Dakar. Durante 14 etapas, deben seguir la ruta marcada por la organización, pero hay una condición: no pueden usar GPS convencionales.
¿Dónde está el secreto?
La clave para superar este desafío es el roadbook, una herramienta indispensable que guía a los competidores. Pero no hay que equivocarse, no es un mapa tradicional. Se trata de una guía digital que traza el camino a través de coordenadas, distancias y referencias visuales del terreno. Desde 2021, el libro de ruta se presenta en formato electrónico y se instala en una tablet dentro del vehículo.
El roadbook se complementa con el Iritrack, un avanzado sistema GPS que permite a la organización y a los aficionados seguir en tiempo real la ubicación de los competidores. Este dispositivo cuenta con botones específicos que los participantes pueden accionar en caso de avería, pinchazo o emergencia.
Esta tecnología no solo añade un componente táctico, sino que también incrementa la emoción de la competición. Además, el Iritrack actualiza cada cinco minutos la posición de los vehículos y registra su progreso a través de los distintos puntos de control (waypoints), ofreciendo un seguimiento detallado del desarrollo de la carrera.
La estrategia empieza antes de arrancar
Antes de cada etapa, los pilotos reciben el roadbook digital con apenas diez minutos de antelación. Este breve margen es crucial para que los copilotos analicen rápidamente la ruta y preparen la estrategia. A través de un mando a distancia, pueden revisar los detalles, pero no pueden hacer anotaciones ni modificaciones en el dispositivo, a diferencia del antiguo formato en papel.
Por supuesto, siempre hay un plan de respaldo. Si la tablet falla por accidente o problemas técnicos, los competidores tienen acceso a una versión en papel del roadbook. Sin embargo, está sellada y solo se puede usar en situaciones justificadas. Hacerlo sin autorización acarrea una penalización de una hora, una sanción que nadie quiere arriesgarse a recibir.
El rally Dakar no es solo una prueba de velocidad; es una batalla de destreza, navegación y resistencia en la que cada detalle cuenta. En un entorno donde el margen de error es mínimo, el libro de ruta se convierte en el faro que guía a los pilotos a través de la arena.