Original estampa la que nos ha ofrecido el podio del Gran Premio de Alemania, donde precisamente uno de sus anfitriones, el líder Sebastian Vettel, se ha quedado fuera de los puestos de honor. El campeón del mundo se vio relegado de la lucha por la victoria que mantuvieron Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Mark Webber, lo que ha traído algo de aire fresco a un campeonato que parecía monopolio de los coches austriacos del toro. Desde la mismísima salida, en la que el británico Lewis Hamilton adelantaba a Webber y Alonso hacia lo propio con Vettel, tanto McLaren como Ferrari querían demostrar que otras carreras son posibles. Unas carreras con mayor competitividad entre los favoritos y menos diferencias entre las escuderías más fuertes. La pena es que haya hecho falta medio Mundial para que la situación se nivelara, un tiempo transcurrido demasiado valioso y posiblemente determinante para las aspiraciones al título de los premiados en el circuito de Nürburgring.
Premiados Hamilton, Alonso y Webber, por este orden. Ninguno de los tres se perdió en ningún momento, ofreciéndonos una carrera ajustada y con mucha lucha tanto en el asfalto como en la estrategia. Nadie se escapó esta vez y, rebasadas las diez primeras vueltas, empezaba la fiesta con un ataque por la primera posición de Mark Webber a Hamilton y la consiguiente respuesta del inglés, obcecado en ganar su segundo gran premio de la temporada. Una lucha que permitió que Alonso llegara a los hombres de cabeza y que los tres rodaran en trenecito casi en el mismo segundo. Las paradas en el box nos ofrecieron el resto de adelantamientos. Un tira y afloja por la primera posición que dependió de quién gastaba antes los neumáticos y quién tardaba más en ponerlos a su temperatura óptima.
En eso Fernando y su F150 salieron un poco mal parados. De no contar con este hándicap, el español hubiera podido ganar la carrera, como así demostró al salir primero de la segunda parada. Pero la falta de tracción en su monoplaza no pudo evitar que Hamilton le pasara como alma que lleva el diablo. Por lo menos contuvo los ataques del australiano Mark Webber.
Por fin los coches de Red Bull, sobre todo el de un Sebastian Vettel que se tiró toda la carrera luchando por superar a Felipe Massa por la cuarta plaza, han demostrado que no son perfectos. Los problemas con los frenos traseros pusieron en aprietos al alemán, que veía con sufrimiento que no era capaz de adelantar al brasileño y perdía unos puntos no decisivos pero sí jugosos con el resto de sus rivales. Lo cierto es que de no haber fallado Ferrari en la última parada de Felipe, en la última vuelta, Vettel se hubiera tenido que conformar con la quinta posición que al final ha ocupado un correoso Massa. El brasileño ha realizado un muy buen trabajo, sabiendo contener los ataques de todo un campeón del mundo.
La segunda posición de Fernando Alonso en Alemania es un buen resultado y supone la confirmación de que en Ferrari todavía saben poner, o en este caso, reponer un coche para que sea competitivo. Y si bien es cierto que el asturiano ha bajado de la tercera posición a la cuarta en la general del Mundial en detrimento de Lewis Hamilton, lo importante es que sigue recortando puntos a Vettel y que ya se puede contar con él en la lucha por la victoria en carrera, algo que la afición agradece.
Sólo cabe esperar, al margen de quién gane el título, que de aquí hasta el final de temporada veamos carreras como la vivida en Alemania, con apasionantes luchas en la pista y sin grandes dominadores. Ya sólo faltaría que Vettel se pusiera nervioso, aunque sólo sea un poco, para tensar el campeonato. Lo cierto es que no se le vio muy cómodo tras el gran premio de casa, pero insisto en que la distancia es demasiado amplia con el resto de competidores.